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OKLAHOMA CITY THUNDER 101-GOLDEN STATE WARRIORS 108 (3-3)

Los Warriors son inmortales: Thompson (41) y Curry (29) fuerzan el 7º ante los Thunder

A 4:30 del final, Golden State parecía muerto ante Westbrook y Durant, pero un final de partido magnífico del escolta, el MVP e Iguodala llevan la serie al último duelo.

Stephen Curry, base de Golden State Warriors, celebra la victoria que fuerza el séptimo partido de la final del Oeste.
Stephen Curry, base de Golden State Warriors, celebra la victoria que fuerza el séptimo partido de la final del Oeste.Maddie MeyerAFP
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A 4:30 del final del partido, Oklahoma City Thunder estaba en las Finales de la NBA. A pesar del ajustado marcador (97-92), OKC era superior, mental y físicamente, a unos Warriors que sentían como la vida se les escapaba entre los dedos. Guiados por Durant (29), Westbrook (28) y ese Steven Adams (9) que con 22 años está dando una lección al small ball de Golden State, los Thunder no sentían miedo frente a los actuales campeones de la NBA. Eran mejores. Como lo habían sido en tres de los cinco partidos de esta final de la Conferencia Oeste, pero entonces todo viró. Un giro de 180 grados impensable. Pero a la vez fantástico, hermoso, increíble. Una bendita locura que hace de este deporte y de la Liga estadounidense, única.

En 4:30, los mejores Warriors aparecieron. Esos que te maniatan en defensa y te ajustician con ataques rápidos y eléctricos. Esos que te destrozan desde la línea de tres puntos con Klay Thompson (41) con el martillo de Thor entre los manos y con Stephen Curry (29) creando su fantasía. Fue impensable, pero los Thunder se vinieron abajo sin explicación algún. Los nervios les atenazaron y, enganchando error tras error, perdieron este sexto encuentro (101-108). Erraron con esta segunda bala que tenían para acabar con el equipo del 73-9. Ahora se jugarán su ser o no ser en estos Playoffs en un séptimo partido en Oakland, que pocos pensaban posible, pero todos querían. Si por muchos fuera, esta eliminatoria se jugaría al mejor de 10. O de 20. O que fuera eterna porque es maravillosa.

Hasta el 4:30, los Thunder no tenían problema en limitar a los chicos de Steve Kerr. Destrozaban en la pintura vorazmente a su enemigo (52 puntos por 28 de los Warriors) y llegaron al final del primer cuarto 23-20, para a continuación tomar un buen impulso a principios del segundo. Un mate de Adams ponía un 37-28 significativo, sin embargo, todavía faltaba lo mejor: Klay Thompson nivel superlativo. Abrió el segundo tiempo con su quinto y sexto triple de la noche para poner a los suyos a un punto (54-53). El escolta no se detuvo ahí. Alcanzó los 11 triples en 18 intentos. Un nuevo récord de la NBA en un partido de Playoffs. Deja en nada los nueve conseguidos por Ray Allen (en dos ocasiones), Rex Chapman, Vince Carter y Jason Terry en un encuentro de postemporada. Casi nada. Él fue el único portador de fe en los tramos delicados del duelo. Nadie le paraba. Nadie podía.

Con 83-75 se abrió el último periodo y ahí los Thunder, con Westbrook y Durant alternándose para anotar, se veían demasiado superiores para que algo malo pasara. Los Warriors intentaban todo. Con valentía, con demencial insistencia, ante un rival que no sentía amenaza alguna a la lluvia que les venía desde el perímetro. Golden State acabó con 21 triples, mientras que los Thunder sólo lograron 3 (Durant, 1/8). Una mala estadística que se vio reflejada con el empujón de Kerr y sus chicos en los instantes decisivos del partido. Con Iguodala realizando esa defensa que le valió un MVP de las Finales sobre un Durant muy cansado y fallón en los 12 minutos decisivos, las desgracias sucedieron una tras otra para OKC. Draymond Green abrió la sangría con un tiro libre y desde ahí vía libre: parcial 15-4 en cuatro minutos. Oklahoma perdió en ese lapso 6 balones (cuatro fueron obra y gracia de Westbrook). Lanzaron dos tiros libres y cuatro veces a canasta con un solo acierto de Roberson, que volvió a brillar. Y ya. 

Esa debilidad es un epitafio ante estos Warriors. Curry empataba el partido con un triple a 2:48 (99-99) y Thompson, desde la misma distancia, ponía a los suyos por delante a 1:35 (101-104). Ahí murió el duelo con el escolta logrando 19 puntos en este cuarto cuarto. "Antes de empezar el último cuarto Stephen Curry me dijo... 'este es tu momento. Ya sabes, sal ahí fuera y pásalo bien'. Interioricé esas palabras y sólo traté de ser agresivo", comentó Thompson. Green volvió a anotar gracias a una pérdida de Westbrook y Golden State domó a los Thunder (101-106), que recibieron un mensaje bien claro por parte del MVP de la NBA. "Nos vemos en el séptimo", decía con la mirada y con siete dedos levantados al cielo. Les daban por muertos y ese fue el peor error. La Bahía y el Oracle dictarán sentencia la madrugada del lunes al martes (03:00). LeBron espera.