El último adiós a Tona Vives: madre y alma de los Rubio
Su esposo Esteve y sus tres hijos, Marc, Ricky y Laia recibieron el apoyo de varios centenares amigos y personalidades en su sepelio de hoy en El Masnou.
Pocas veces una población como El Masnou, de poco más de 22.000 habitantes, ha visto una manifestación de duelo con la vivida hoy en la iglesia de Sant Pere, durante el sepelio de Tona Vives Schockel, de 56 años, fallecida el miércoles tras una larga y penosa enfermedad. Era madre de los jugadores de baloncesto Marc Rubio (AE Boet Mataró), de 28 años, Ricky Rubio (Minnessota Timberwolves), de 25, y Laia Rubio (Platges de Mataró), de 19.
La iglesia parroquial de Sant Pere se ha quedado pequeña para acoger a los centenares de personas, amigos, vecinos, directivos del mundo del baloncesto, jugadores, entrenadores, etc. que han querido acompañar a la familia en este es último adiós. Dejando a un lado la actividad de sus hijos, eran también una familia muy conocida y querida en la localidad donde residían desde toda la vida.
El padre, Esteve Rubio Bert, de 55 años, que fue entrenador, se casó con Tona el 10 de septiembre de 1983 y ambos inculcaron a sus hijos el amor por el deporte y la humildad. El hermano mayor, Marc, debutó en la liga ACB con 17 años en las filas del Joventut, pasando después a la LEB Oro; Ricky lo hizo con14 años, 11 meses y 24 días, siendo el jugador más joven de la historia en debutar en la Liga ACB , también con el Joventut , fichando después con el Barcelona y dando el salto a la NBA en la temporada 2011-2012, y Laia, la pequeña, con apenas 14 años ya fue campeona de España infantil de Selecciones Autonómicas. Ahora juega en el Platges de Mataró en el Campeonato de Catalunya Júnior Preferente, siendo también entrenadora en el club.
Ni la fama de sus hijos, especialmente la de Ricky hizo cambiar a una familia trabajadora en la que los niños pasaban muchas horas en casa de la abuela materna Anna Schockel mientras ellos sacaban a la familia adelante. Ella era la que ponía velas a la virgen cuando sus nietos juegan los partidos con sus equipos. Incluso a las tres o a las cuatro de la mañana cuando Ricky juega en Estados Unidos.
Esteve y Tona iban a los partidos que jugaban sus hijos donde fuese y costase el sacrificio que costase querían estar siempre junto a ellos. Para Tona los tres eran igual y esto se nota en las palabras de Marc, de Ricky y Laia. Marc, casado con Aina, la hicieron abuela, un niño llamado Max, hace un año y medio y ha sido Marc el que le ha dedicado una preciosa carta. Empieza así: “Al final ha llegado ese día; ese día que nunca quería que llegase. Ahora la gente piensa que te vas de nuestras vidas, pero, realmente, lo que has hecho es entrar más adentro nuestro. En cada uno de nuestros latidos, ahora estas tú. A partir de ahora, en el cielo, una nueva estrella brillará. La estrella que nunca se apagará; esta estrella que día y noche, nos protegerá, nos aconsejará y nos querrá como siempre lo has hecho”. Finaliza con un “Gracias Mamá”. Tu hijo, mi vida, mi todo. Te quiero”.
El baloncesto y El Masnou, con la familia
Entre los asistentes destcó la presencia del presidente de la Federación Catalana, Joan Fa, pasando por el del Joventut de Badalona, Jordi Villacampa, de Ángel Palmi, en representación de la Federación Española del el alcalde de El Masnou, Jaume Oliveras; el del FC Barcelona, Xavi Pascual, junto al manger general Joan Creus y el director deportivo Rodrigo de La Fuente, el capitán del equipo Juan Carlos Navarro, junto a Pau Ribas, del ex del FIATC Joventut, Henk Norel, de ex compañeros como Víctor Sada, de Víctor Claver, compañero de Ricky en la Selección; de Rafa Jofresa, presdienteente de la Asociación de Jugadores de Baloncesto, Juan María Gavaldà, presidente de la Asociación de Entrenadores, ex jugadores como Manel Bosch, Manolo Flores o Nacho Solozábal y miembros de la directiva del Joventut y del staff del FC Barcelona, entre otros .