IBEROSTAR TENERIFE 77 - DOMINION BILBAO 71

El Bilbao cae en Tenerife y está pendiente de una carambola

El Iberostar se aferra al playoff tras superar a los de Sito Alonso. Los canarios necesitan ganar la próxima semana al Barcelona y que su rival de hoy haga lo propio con el CAI.

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El Dominion Bilbao está en una situación límite: sólo una carambola le mete en el playoff. Pero al equipo de los imposibles nada le asusta. El Tenerife le pasó la lija, como en Miribilla, y se reengancha a la esperanza de los ocho mejores. No lo tiene sencillo: se clasificará solo si gana en la cancha del Barcelona, que se juega el liderato, y su rival de hoy derrota al CAI. En tal caso, saldría beneficiado del triple empate con el derrotado del Fuenlabrada-Murcia. Para los ‘hombres de negro’ la cosa está peliaguda: son décimos, el último de la lista, y sus opciones se reducen a una combinación de ganar en casa al CAI, que no se juega nada, y que el Tenerife caiga en el Palau más un favor de Fotis Katsikaris y su Murcia ante el Fuenla.

Pero lo evidente es que con lo ocurrido en la penúltima jornada, los favoritos para las eliminatorias por el título son el Fuenla, y eso que fue barrido en Las Palmas, y el UCAM, subido al habitual milagro de Cabezas, ante la Penya. Han sido mucho más fiables en la segunda vuelta y se lo merecen. Lo tienen en su mano. En Bilbao hasta hace poco se oía por boca del consejo que no había que perder de vista la Euroliga a medio plazo. ¿Y no sería más coherente hablar de ser un equipo más regular y con buen papel en el playoff?

Entre Estudiantes y Tenerife han amargado la existencia a los bilbaínos: 4-0. Txus Vidorreta le tiene tomada la medida a Sito Alonso últimamente. Pese a la ausencia de Richotti, su mejor hombre, planteó el clásico partido trabado, de desgaste, que apuntilló con dos valores que se las saben todas: Beirán, el más listo de la clase, y San Miguel, uno de los peores bases tiradores que hay en la ACB pero tipo orgulloso donde los haya. Abromaitis y White les arroparon y pusieron la puntilla. El Bilbao falló en el momento oportuno, de nuevo por falta de frescura e ideas; es un equipo tan bipolar, tan expuesto a las musas que giran por la muñeca de Hannah y Mumbrú, que se encuentra con melones podridos como el de la 'Hamburguesa' cuando lo abre pensando que se va a degustar el jugoso fruto. Parecía que Álex emergía tarde, pero llegó a tiempo. Lo que pasa es que hace falta más empaque. Y el club debería explicar para qué ha fichado a Marko Todorovic. No dirá si ha pagado por él ni cuál es la fórmula de supergerencia para firmarlo cedido, pero al menos contestarán: ¿Viene para buscar a toda costa el playoff?”. El caso es que se trae tanto lastre de Kurtinaitis que Sito necesitaría tres pretemporadas para ponerlo al nivel MVP del año pasado.

El partido fue de doble carril, como siempre con el Bilbao por medio. Voy, vuelvo y por el camino me entretengo. El rebote ofensivo y la bisoñez de los grandes vizcaínos delimitaron ventajas locales. Un parcial de 0-10, con Bertans afinando la flauta desde el arco, dio el primer tirón visitante. Llegó el momento Sekulic. La movilidad del pívot montenegrino, que estaba pasando por una crisis en su juego en las últimas jornadas, fue una pesadilla. En muchos momentos ejerció de referencia del equipo tinerfeño en ataque.

Mumbrú tiró de galones en un partido que, conociendo la canasta de Cabezas sobre la bocina en Murcia, cobró tensión, y registró una técnica a Sito Alonso por protestar. Marko Todorovic, ausente en los tres periodos anteriores, se dejó ver ya en el último anotando canastas importantes, lo mismo que Raúl López, pero las mejores lecturas llegaron por parte de secundarios chicharreros. Los del segundo escalafón del Bilbao (Borg iba a ser importante hoy según su técnico) tuvieron mucho menos peso. Raúl tendrá su homenaje-despedida el domingo. Seguro que todo eso le sobra. Que el mejor recuerdo que quiere tener como herencia es un playoff.