HERBALIFE GRAN CANARIA 109 - MONTAKIT FUENLABRADA 88

El Granca reina en el caos, pero el Fuenla depende de sí mismo

Los amarillos vapulean a un Fueblabrada lastrado por la expulsión de Jota Cuspinera. Los mejores, Pangos y un Popovic que apareció demasiado tarde.

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En el caos ofensivo que fue este partido, el mejor fue el Gran Canaria. Desde muy pronto marcó distancia y jamás fue por detrás en el marcador. Dominó siempre a un Fuenlabrada incomodado por el aluvión ofensivo local y, sobre todo, por la expulsión de Cuspinera y la tardía aparición de un estelar Popovic, que martilleó el aro local con canastas de todos los colores.

Lo que sucedió en el primer tiempo fue una auténtica fiesta ofensiva, de esas que le encantan a jugadores y aficionados, de esas que con cierta razón reniegan los entrenadores. Duró todo el partido.. La fiesta vino especialmente de la mano de un desatado Herbalife, que empezó la contienda bombardeando al aro fuenlabreño con dos triples de Pangos y otro de Newley para un rápido 9-2. Arrinconado estaba el Montakit, ni que fuera un boxeador en la esquina sin posibilidad alguna de repeler esos golpes que caen uno tras otro. Así, el tercer triple de Pangos anunciaba tormenta, 14-2, lo cual obligó a Cuspinera a parar el partido cuando se habían consumido apenas tres minutos del mismo.

Se rehizo el Fuenlabrada tras ese tiempo muerto. Mucho, o todo, tuvo que ver con la soberbia aparición de Sobin, que anotó los 8 primeros puntos de los suyos. Aíto las estaba viendo venir, por lo que tuvo que emular a Cuspinera y pedir tiempo muerto tras encajar un parcial de 5-14 (19-16). La formación madrileña supo contener ese arreón inicial del Granca y, gracias a Sobin y al despertar de Popovic, estaba compitiendo de lo lindo cuando acabó el primer cuarto (28-26).

Pangos seguía a lo suyo pero un tímido Popovic también, los dos mejores del partido, y se contrarrestaron mutuamente desde al 6,75 para el 33-29. El Granca se dedicaba a mantener su ventaja pendiente de algún hachazo que le sirviera para marcharse. Este llegó de la mano de Pasecniks, que puso el +10 por primera vez (45-35). Esta situación espoleó al propio Herbalife, que marcó velocidad de crucero para dejar el +19 al descanso tras dos tiros libres de Pangos (60-41).

Bien es cierto que el reglamento indica que los partidos duran 40 minutos. El de esta mañana en el GC Arena también, pero este ‘acabó’ mucho antes. Así, tras un triple de Paunic que suponía el 62-46, una doble técnica a Jota Cuspinera determinó su expulsión y, con ella, se dilapidaron las opciones de victoria del Montakit Fuenlabrada, que parecía desquiciado. No se rindió el equipo visitante, pues un parcial de 0-10 comandado por Popovic le puso 77-64, pero jamás pudo ni siquiera soñar con la sorpresa de la remontada.

El único interés del último cuarto estaba en conocer los dígitos anotadores de los jugadores amarillos, pensando siempre en la marina cifra de los 100 puntos, y cuál sería la diferencia final. Esa se cerró en 109-88, anotación récord para un Gran Canaria que llegará en forma a su cita del playoff con el Laboral Kutxa. Mientras, el Fuenlabrada deberá esperar para abrochar su clasificación, aunque depende de sí mismo en la última jornada.