Malcolm Delaney acaba contrato con el Lokomotiv Kuban. En la semifinal de la Euroliga ante el CSKA jugó mermado físicamente pero fue el mejor de su equipo: 26 puntos y 4 asistencias en una resistencia inútil en la que ha sido la primera aparición del equipo en una Final Four. Delaney tiene 27 años y está en el mejor momento de su carrera, reconocido (ha formado parte del Mejor Quinteto de la Euroliga) como una estrella tras hacerse un nombre de Francia y Ucrania al Bayern de Munich, desde donde dio el salto al Lokomotiv. En la máxima competición europea ha promediado 13,9 puntos, 4,5 asistencias y 17,4 de valoración.

Ahora queda libre y, según Eurohoops, tiene sobre la mesa dos ofertas de gigantes europeos, uno de ellos el Barcelona. El equipo azulgrana busca un base (Arroyo llegó muy pasado de edad y Satoransky podría irse a la NBA) y ya se interesó por Delaney hace una temporada. Igual que por Tyrese Rice, que sigue siendo imposible de fichar porque no saldrá del Khimki. Pero el Barcelona tiene un problema que va más allá del dinero ruso: la NBA se ha fijado en un Delaney que no fue drafteado en 2011 y encontró su primer contrato profesional en el Elan Chalon francés. Los Rockets (que trataron de reclutar a Sergio Llull la pasada temporada) y sobre todo los Nets quieren que se estrene en la gran liga, y él parece estar por la labor. ¿El problema? Casi un clásico ya en los veranos europeos: las franquicias alargan sus decisiones a veces durante el verano y más allá del margen que manejan los grandes europeos para cerrar sus plantillas.

¿Otro problema? Que la NBA está en plena escalada en el margen salarial y el dinero valdrá cada vez menos para las franquicias: si los sueldos eran claramente más altos al otro lado del Atlántico, ahora jugadores que allí no pasan de piezas de rotación tendrán salarios prohibitivos incluso para lo que se invierte en grandes estrellas en Europa. Otro que parece muy probable que dé el salto es Anthony Randolph (12,7 puntos y 6 rebotes por partido), que tras la derrota del Lokomotiv reconoció que su deseo es volver a EE UU: número 14 del draft de 2008 (tiene 26 años) por Golden State Warriors, jugó dos años en Oakland y pasó también por Knicks, Timberwolves y Nuggets. El Real Madrid se había fijado en él, también el Fenerbahçe y el CSKA.

El éxodo podría no acabar ahí. De los jugadores que están en la Final Four, hay más que podrían emprender el camino de regreo: Epke Udoh, Vesely y De Colo (cuyos derechos siguen siendo de los Raptors) tienen mucho cartel en la NBA. Y Bogdanovic podría irse ya (23 años, número 27 del draft de 1014). Phoenix Suns le visitará este verano para convencerle de que no alargue su estancia en Europa. Además, los Spurs tienen los derechos de dos jugadores del Baskonia: Davis Bertans (número 42 en 2011, elegido por los Pacers y traspasado a San Antonio) y Adam Hanga (número 59, también en 2011).

Otras estrellas pueden haber jugado ya su último partido de Euroliga: Tomas Satoransky renovó con el Barcelona pero los Wizards (número 32 en 2012) podrían llamar ya a su puerta, y es casi segura la marcha de Dario Saric, que negociará una salida del Efes para jugar en los Sixers, que apostaron muy fuerte por él: número 12 en 2014.