Un Madrid de récord se dispara a los 111 y atrapa al Valencia

El Madrid ganó el domingo anterior en el Palau, se tomó unas horas de respiro y empezó luego su pretemporada particular, la que no pudo hacer en septiembre. Un mes por delante para ponerse a tono física y mentalmente, un mes para llegar a tope al playoff. Un mes para cambiar la dinámica, potenciar los puntos fuertes y subsanar las deficiencias. La tercera plaza la tiene atadísima y acaba de atrapar al Valencia en la segunda posición tras el hundimiento taronja en Murcia, aunque el average particular le mantiene por detrás.

Cierto sosiego para prepararse de lunes a viernes y en partidos como este ante el Rio Natura Monbus Obradorio. El equipo gallego se jugaba el descenso, pero esta vez no hubo jornada de Euroliga que limara fuerzas en las piernas del grande, y sin ese desgaste el Madrid se dio un paseo dominical en el día del trabajo. Que no se diga. Huecos en la grada por aquello del puente y algún refuerzo de última hora en la afición, de corazón estudiantil y garganta merengue. Porque el Estudiantes se la jugaba en doble turno, primero en apoyo del Madrid y luego en su derbi ante el Fuenlabrada. La batalla por no bajar sí que no da tregua, al resto de la Liga le falta pimienta en este tramo final. Y cada vez más ante la competencia que le rodea: Euroliga decisiva, motos, coches, tenis y… fútbol, claro, siempre con mucho más en juego que aquí. Pero el formato sigue inamovible.

El inicio del Madrid fue de manual clásico, con el doble de tiros de dos lanzados que de tres (después, sí, llovieron los triples: 16 de 30), bien en el pase, en las recuperaciones y casi sin pérdidas. Ligero dominio con Thompkins viendo aro. Las asistencias de Ayón habían metido al estadounidense en el partido y la defensa y los robos del mexicano abrieron la puerta para que saliera de él el Obradoiro. Ayón decidió y permitió que llegaran los alardes individuales, exhibiciones exprés de varios jugadores en medio de una gran circulación de balón (28 asistencias). También hubo demostración del canterano Santiago Yusta, ahora en el Obra, que ha crecido mucho bajo la tutela de Moncho Fernández. El alero madrileño sumó 15 puntos y 20 de valoración en nueve minutos del segundo cuarto con 19 años. Ojo ahí.

Le daba réplica Llull con otros 15 tantos en ese periodo, pero en apenas cinco minutos. La renta superaba los veinte (43-21) y, tras el descanso, el testigo anotador lo agarraban Nocioni (11 en 9 minutos), Carroll y también Ayón, que se sentó ovacionado. El guiño de la afición para que renueve. Será difícil por las ofertas NBA. Terminó con 13 puntos, 9 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y 2 tapones para 24 de valoración. Hace equipo.

En el último turno lucieron Reyes y un arrebatador Doncic. El roto llegaba a +34 (101-67) con el Madrid ya por encima de los cien puntos por décima vez en Liga esta campaña. Iguala el récord del Joventut de la temporada 1997-98 bajo este mismo formato. Siete jugadores blancos terminaron con once o más tantos y la media del equipo, con el 111-81 final (la segunda marca más alta tras los 112 al Iberostar), alcanza los 94,1. La más elevada en 27 años, desde que Petrovic y Martín se aliaran durante unos meses en 1989.