La máquina arrasa sin Curry: los Warriors están en 'semis'
El MVP disfrutó desde el banquillo del partidazo de los suyos. Klay (27) levantó al Oracle con sus triples ¿El próximo rival? Portland Trail Blazers o Los Angeles Clippers.
Stephen Curry disfrutó como un enano de la victoria de los Warriors. El base, en el banquillo y con americana, no paró de sonreír, de gritar y de saltar en todo el partido: tiene un equipo maravilloso. Los Golden State Warriors regalaron a todos sus aficionados una última fiesta de primera ronda en Oakland. Con el Oracle Arena lleno hasta la bandera, los campeones volvieron a demostrar que, más allá de grandes individualidades (que las tienen...), son un equipo con mayúsculas; un grupo compacto, bien dirigido, que se divierte jugando al baloncesto. Cierto es que los Rockets no fueron oposición (solo Harden: su equipo es un desastre), pero también que los de la Bahía han pasado la primera prueba de la post temporada con menos de 40 minutos totales del MVP y sin ningún problema. Asustan, pero eso ya lo sabían ustedes.
'Strength is in the numbers' (la fuerza está en los números/ en las estadísticas), rezan las camisetas de jugadores y aficionados. Desde las oficinas, Joe Lacob, Bob Myers y compañía crearon la máquina, Mark Jackson creyó desde el inicio, pero se le gripaba el motor: el monstruo era mucho más peligroso, más fuerte de lo que él era capaz de plasmar. Y entonces, mientras desde las oficinas se cuidaban los detalles (siempre vitales), llegó Steve Kerr para coger el timón de una nave que no tardó en volar a la velocidad de la luz. Y hasta ahora. ¿Con esto qué quiero decir? Quiero decir que la máquina es prácticamente imparable. Curry es el capitán y el arma más letal, pero hablamos de un monstruo de 15 cabezas, todas con colmillos afilados, disciplinadas y preparadas para atacar. Los Warriors son mucho más que Curry. Y no intento hacer de menos al MVP, más bien todo lo contrario: es capaz de brillar por encima de cualquier jugador de la NBA pese a jugar en un equipo en el que se puede ver el fuego hasta en los cordones de las 'zapas' de Ian Clark. Más mérito todavía.
Último paseo de los Warriors con los Rockets
El partido se acabó en el primer cuarto, con Livingston y Klay Thompson como brazo ejecutor y un rival en el que solo Harden (35) encontró acierto (los demás, 0-15 en los 12 minutos iniciales y 5-34 al descanso): +17 y a disfrutar. El base, que arrancó en el lugar de Curry, se fue al parón entre las dos mitades con 14 puntos sin fallo: impresionante. Y el escolta, por su parte, tuvo uno de esos días tan habituales como 'tontos' en los que coge rachas preciosas: 27 puntos en el partido, 7-11 desde el triples, y 14 en inicio del tercer cuarto (varios triples increíbles) para levantar de sus asientos a las casi 20.000 gargantas que se desgañitaban junto al MVP: una verdadera fiesta. Más triples de Rush, canastas de Barbosa y asistencias de un Iguodala que sabe perfectamente cuando tiene que forzar y cuando no hace ninguna falta (ayer...). Minutos para todos y otra animalada de Draymond Green: 15 puntos, 9 rebotes, 8 asistencias y un +32 en 31 minutos sobre la madera (Livingston y Klay, +29). Es difícil jugar mejor.
Ya esperan en semifinales. Ya esperan a un rival que, probablemente, serán los jovencísimos Blazers. Nos esperan partidos de ida y vuelta, de piques con el talento como argumento principal (encuentros preciosos para el espectador). Con y sin Curry, Lillard y compañía ya demostraron en temporada regular que pueden jugar al ritmo de estos Warriors: en los cuatro enfrentamientos, 3-1 para los de Oakland y una anotación mínima de de 236 puntos. Ninguno de los partidos se ganó con menos 128 tantos. Prepárense para disfrutar. Más, claro.