Los mejores Spurs de siempre: a dos victorias del 41-0 en casa

Gregg Popovich llegó al banquillo de San Antonio a finales de 1996. Desde entonces, los Spurs han ganado cinco anillos en seis Finales disputadas y acumulan 18 presencias consecutivas en los Playoffs. 19 si incluimos la de esta temporada. Uno de los mejores equipos de la historia de la NBA y, sin duda, de los más longevos. Sin embargo, nunca antes les habíamos visto acumular 64 victorias en Regular Seasons. Tras superar esta madrugada 102-95 a unos Raptors sin DeRozan y Lowry, la franquicia texana luce en su expediente un balance de 64-12 que mejora al 63-19 de la 2005-06. Una marca que aún pueden seguir mejorando y extender hasta los 70 triunfos si no pierden ninguno de los seis compromisos que les quedan pendientes de aquí al cierre de la Liga Regular. Es más, siguen sin conocer esta temporada la derrota en el AT&T Centre: un 39-0 que es el mejor inicio de todos los tiempos en un solo año como local. Una racha que se amplia hasta los 48 triunfos consecutivos si incluimos los últimos 9 de la pasada campaña y que les deja a 6 del récord absoluto de los Warriors: 54. Pero por el momento lo que tienen a tiro es lograr un 41-0 jamás visto en un solo curso (y que Golden State ya no aspira a conseguir tras caer ante los Celtics en el Oracle). Para ello, deberán superar el próximo día 10 a los actuales campeones (antes volverán a medirse a ellos en Oakland) y dos días más tarde a los Thunder.

Pese a no ir en ningún momento por encima del marcador, Toronto ofreció una gran imagen. Aunque eso sí, con esta derrota se quedan a tres partidos de los Cavs despidiéndose prácticamente de cualquier posibilidad de asaltar el liderato del Este. Y eso que, como ya hemos dicho, Dwane Casey dio descanso a sus dos mejores hombres. Sin el base y el escolta, el resto de sus compañeros dio un paso al frente: hasta seis dinosaurios anotaron al menos una docena de puntos. Buen trabajo colectivo en el que destacaron Valanciunas (16+6) y un Cory Joseph (16 y 7 asistencias) que fue ovacionado en su regreso a El Álamo, pero que se dio de bruces ante el poderío anotador de la pareja Kawhi Leonard-LaMarcus Aldridge: 64 puntos anotaron entre ambos. Es más, el alero y el ala-pívot fueron los únicos locales que aportaron en un tercer cuarto en el que los Raptors redujeron distancias hasta el 66-71.

Pero en los minutos finales apareció Kawhi con un par de canastas marcas de la casa para sumar 8 tantos en los 66 últimos segundos. En total logró 33 puntos (mejor marca personal de su carrera), 6 rebotes, 7 asistencias, 3 robos y 1 tapón. Una máquina de eficacia y buen juego que estaría rozando el MVP de la temporada de no existir un tal Stephen Curry. Pese a todo, Leonard se mostró autocrítico con las ventajas en torno a la decena de puntos que su equipo llegó a disponer y que no supieron administar. "Tenemos que ser más consistentes. Cuando estamos mandando por 10, 11 puntos, tenemso que golpear al otro equipo en el estómago y llevar esa distancia hasta los 20", analizó.

Aun así, su equipo consiguió mantenerse invicto en San Antonio esta temporada y darle a Tim Duncan (5+11 y 3 tapones) la victoria número 999 de su carrera. Nadie tiene más que Timmy con un solo equipo en los más de 64 años de la Liga. La próxima será ya de cuatro cifras: 1.000. "Tiene muchos kilómetros en su cuerpo, pero sigue siendo el primero en llegar a entrenar y el último en marcharse. Sigue mantienendo la misma rutina. Algo muy difícil de conseguir. Lleva 20 año jugando, ganando y continúa igual de motivado", le alaba Danny Green.