El FIATC Joventut se apuntó una victoria importante en un partido raro que tenía ganado a seis minutos del final (66-79) y que estuvo a punto de perder en los últimos instantes. Lo hizo ante un Montakit Fuenlabrada bravo que no se dio por vencido y que tuvo la ocasión de vencer en la posesión final tras un parcial de 14-2. Pero el balón llegó a manos de Llorca, que no estaba teniendo un buen día en ataque y falló desde los 6,75. Desde esa distancia cimentó su triunfo la Penya, con 12 triples de 34 intentos contra los 7 de 22 de su rival, dos de los equipos que más anotan desde ahí —segundo y tercero de la Liga, respectivamente—.

El incombustible Sergi Vidal, con tres triples (dos de ellos en el cuarto periodo), y sobre todo Brandon Paul, que anotó cinco, pusieron muy difícil la papeleta al Fuenla, que sin embargo supo rehacerse pese a que echó de menos más puntos de Paunic (se quedó en 9 con una serie de 3/5 en tiros de campo) y tuvo mermado a Tabu desde el tercer cuarto por una torcedura de tobillo. La baja de Popovic, que se sentó en el banquillo pero no jugó y cuya vuelta es inminente, también la acusó el conjunto madrileño. Rolands Smits compensó en parte estas carencias circunstanciales. Un joven canterano con talento ofensivo (anotó 15 puntos, su tope en la ACB), pero que sufre en defensa. Ayer padeció a Paul desde el perímetro y a Llovet en la pintura. Pero no se le puede negar la valentía para enfrentarse a sus pares con buenos movimientos de espaldas al aro y buena mano desde la línea de tres.

El Fuenla hizo la goma durante gran parte del partido y cuando logró ponerse por delante (dominó 47-42 al principio del tercer cuarto) no supo mantener la ventaja y se desplomó. Encajó un parcial de 6-23 y llegó a los diez minutos finales doce abajo (53-65). Parecía que no ya no se levantarían los de Cuspinera, pero en seis minutos pasaron de un 66-79 al 80-81 definitivo con un triple de Tabu y un palmeo de raza de Chema González. Después falló Mallet, pero Llorca también lo hizo en el último ataque del Fuenla. Oportunidad perdida para poner pie y medio en el playoff por el título. El Joventut, por su parte, escapa casi definitivamente del peligro de descenso.