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SEVILLA 97-GRAN CANARIA 72

Un huracán llamado Sevilla aplasta al Gran Canaria

El equipo de Luis Casimiro arrasa a un desdibujado Gran Canaria (97-72). Los visitantes solo pudieron maquillar al final un triste resultado: 73-40 al final del tercer cuarto.

Un huracán llamado Sevilla aplasta al Gran Canaria
Raúl CaroEFE
LIGA ENDESA

Muchos aficionados del Herbalife se preguntaban hace un rato que a qué hora empezaba el partido de su equipo de tan mala que era su actuación. El Baloncesto Sevilla empezó como un ciclón y su ventaja crecía y crecía ante un impasible Granca. La formación de Luis Casimiro, en su mejor partido del curso, suma su 9ª victoria para seguir soñando con los playoffs, donde los insulares conservan la quinta plaza.

Desde muy pronto ofreció destellos de dominio el Sevilla. Así, un triple de Berni, eterno júnior de oro, estirpe de la mejor generación de la historia del baloncesto español, puso a los suyos 11-5, aunque rápidamente fue contestado desde idéntica distancia por Eulis Báez. El Granca no dejaba que los locales se marcharan, 11-10, pero desde entonces llegó el apagón. Al Gran Canaria se le fundieron los plomos tanto, ni que todo fuera oscuridad hasta el pitido final, que ya no se volvieron a levantar. Nachbar entró en erupción y, con 8 puntos seguidos (15 al descanso) y 2 triples seguidos, le dio a los suyos la primera ventaja seria, 19-10.

El Baloncesto Sevilla olió la sangre, fue a machete, acorralando al Herbalife golpe a golpe, directos al mentón fuera de control. Bamforth se unía a la fiesta desde el triple, 27-12, y al final del primer cuarto la sangría era más que evidente (30-14).

Nada cambió al alba del segundo cuarto. El Gran Canaria estaba metido en el mayor de los atascos, acaso demasiado tenso, nunca en tensión, en ningún momento con atisbo de sacudirse las paladas de tierra que le venían encima. Muy pronto llegó el +20, 34-14, y el +30 tras un mate de Balvin, 44-14. El parcial de inicio fue de 14-0, y con él llegó la sentencia del partido. Desde entonces se jugaron los minutos de la basura, tan poco importó un estéril 2+1 de Pangos para el 44-17. La paliza era de época ya al descanso (49-23).

Nachbar seguía a lo suyo, y desde los 6,75 inauguró el marcador en la segunda parte (52-23). Poco quedaba ya por contar salvo la expectación por saber cuánta sería la diferencia final, +25, y si el Sevilla sería capaz de llegar a los 100 puntos. No lo hizo, mas poco le faltó. El Gran Canaria rozaba el ridículo, azuzado además por Alfonso Sánchez (triple y 73-38), y poco importó el parcial amarillo de 0-7 en el último cuarto. No es que importara poco; no importó absolutamente nada. Al final, puro maquillaje. El 97-72, demasiado corto por los méritos de unos y otros. Sevilla sueña con el playoff y Gran Canaria, a despertar de la pesadilla antes de recibir a Zielona Gora y Laboral Kutxa. El cielo y el infierno se dieron cita hoy en San Pablo.