BARÇA-MADRID (20:45, C+D, E3 y ETB1)
Un Barça-Madrid decisivo en el grupo de la muerte del Top-16
Ambos se juegan una parte importante de sus opciones de pasar a cuartos. Laso debe hacer tres descartes. Navarro y Abrines son bajas. 9-1 para los culés en casa desde 1994.
"Los dos equipos tenemos mucho que perder”. La frase de Nocioni refleja el sentir antes de uno de los Clásicos más decisivos de los últimos años sin ser una final o una eliminatoria. Solo fase de grupos, pero no de un grupo cualquiera, ya lo saben, el de la muerte. Una derrota en el Palau situaría al Barça contra las cuerdas, obligado casi a ganar los tres partidos restantes para avanzar en la Euroliga (Baskonia en Vitoria, Bamberg en el Palau y Zalgiris en Kaunas). El Madrid tiene algo más de margen, exactamente un triunfo más. Pero la derrota le dejaría en vilo por la clasificación y con pocas opciones de terminar entre los dos primeros, lo que otorga ventaja de cancha en cuartos. A los blancos les quedaría viajar a El Pireo y a Vitoria y recibir al Khimki.
El Real llegó anoche en AVE con 15 jugadores, por lo que Laso tendrá que hacer tres descartes: Ndour, Doncic y, en principio, Thompkins. Pascual tiene tocado a Perperoglou, y Navarro y Abrines son bajas.
Los dos equipos tienen un buen control del ataque y lideran la clasificación que relaciona asistencias con pérdidas: 1,73 pases por cada balón extraviado los blancos y 1,67 los azulgrana. El Palau también tendrá su peso. El primer Euroclásico en pista culé se jugó en 1994. 22 años y 9-1 para el Barça. Ese 1 es de Messina, con Tomic en 2010. Un nuevo reto para el Lasismo.
Doellman, el jugador milagro
El Barcelona Lassa lleva un balance de 5-5 en este Top-16. Dos de esos triunfos los consiguió en los últimos instantes gracias a Justin Doellman. El Capitán América firmó cinco puntos seguidos en tres segundos ante el CSKA la semana pasada (100-98 en la prórroga) y el 21 de enero derribó al Madrid en el Barclaycard Center en las últimas décimas: 86-87.