Balvin y Bamforth iluminan al CB Sevilla ante el Baskonia
Anotaron 24 y 22 puntos en un duelo de golpes. Los 19 de Hanga no le bastaron a los de Perasovic ante el acierto local. San Pablo vibró con un triunfo de prestigio.
San Pablo se apuntó a la locura con una victoria imponente del Baloncesto Sevilla, que supo sacar sus mejores armas para tumbar a un Baskonia menos acertado de lo habitual. Bamforth se vistió de líder. Sí, una vez más. Lo hizo con buenos acompañantes como Balvin y Nachbar. Entre los tres se bastaron para impedir que el poderío de Hanga fuera letal. Reseñable resultó de nuevo el papel protagonista de Bamforth, que anotó 22 puntos y cerró el duelo con 32 de valoración.
El primer cuarto mostró el intercambio de golpes que pretendía invadir la escena en Sevilla. Balvin apretó los dientes y sólo Bertans parecía responder con buenas acciones individuales. Hakanson restó protagonismo a Miljenovic en los locales pese a que Bamforth era el encargado real de llevar la batuta del juego. Darius Adams, mientras, sí encontraba hilo para mantener en la igualdad a los de Perasovic (25-25).
Bamforth sí ejecutó sus triples en el segundo cuarto. Ahí expuso el Baloncesto Sevilla su candidatura real al encuentro: Balvin siguió siendo decisivo con puntos y Miljenovic inscribió su nombre en atrevimientos que esta vez fueron eficaces.
Tras la reanudación, más intercambios de golpes: Nachbar decidió aparecer cuando muchos ya no lo esperaban y tiró de talento para resolver ataques que el Baskonia seguía sin leer. Agarrado a Hanga, el conjunto de Perasovic parecía querer sobrevivir para exponer sus fuerzas en el último periodo.
No decepcionó la puesta en escena del cierre: James avisó, Jordan machacó, Blazic respondió y Oriola insistió antes que Diop también decidiera machacar el aro. Un intercambio de fuerzas que despertó a San Pablo cuando su equipo más lo necesitaba. En ese instante, otro triple de Bamforth sirvió de antesala para que Mike James también hiciera volar el suyo. Casimiro suspiró, Perasovic miró el reloj: la batalla de los últimos seis minutos podía ser trascendental. Bourousis y Caseur no tenían su mejor día, Oriola en cambio parecía apuntarse incluso al reto de lanzar desde el exterior. Recurrir a Hanga no parecía esta vez suficiente para el Laboral Kutxa. Un triple de Bertans colocó un 86-83 que retaba al crono antes de que Bamforth volviera a jugar sus bazas. No tembló. Instauró una ventaja de seis puntos que fue definitiva cuando Balvin invadió el aro ante el entusiasmo de la afición local. Perasovic miró al suelo. Y Casimiro esbozó su mejor sonrisa.