El Barcelona, de la pitada a la remontada ante el Unicaja
El equipo azulgrana, pitado en el descanso, convirtió un 46-57 en un 81-70 entre el tercer y el último cuarto y con un parcial de 15-2. El Unicaja, son ninguna consistencia al final.
Con una afición que mostró su descontento con el juego de su equipo al descanso y que finalmente le despidió con aplausos, el Barcelona Lassa se mantiene en el liderato de la liga Endesa tras superar a un Unicaja que se vino abajo cuando logró su máxima ventaja (46-57, m.23).
A partir de ese momento los azulgrana, la mejor defensa de la Liga pero que había encajado 49 puntos al descanso, cerró filas y con Pau Ribas como revulsivo, primero, y Carlos Arroyo (que sumó 5 de 6 triples) después, empezó la remontada en el tercer cuarto, se puso por delante y remachó en el último, de nuevo con Arroyo y Navarro como ejecutores y Ante Tomic, que mejoró en defensa y desde el poste alto movió a su equipo con asistencias (6).
El Unicaja sin Hendrix, que se quedó en Málaga, con varios lesionados y con Nemanja Nedovic muy espeso en la dirección, jugó 23 minutos a gran nivel. Pero el pívot Jack Cooley, que sumó su último punto de los 17 que anotó en el minuto 25, y Kuzminkas, que anotó su última canasta en el minuto 23, se diluyeron o quizás estuvieron demasiados minutos en el banco. Además llevaba una serie de 9 de 20 en triples en el minuto 23 y cerró el partido con 9 de 26.
El cuadro malagueño permitió a los azulgrana equilibrar el rebote ofensivo y la fluidez del primer tiempo (17 asistencias) desapareció con sólo cuatro hasta el final. Un mal balance para un equipo que sumó la décima derrota, tercera consecutiva en la Liga, en doce encuentros frente a un Barcelona que sigue siendo irregular pero que supo reaccionar.
Dicen que a río revuelto ganancia de pescadores, y esta fue la norma que intentó aplicar el técnico malacitano Joan Plaza de salida ante un Barcelona donde Pau Ribas era titular por quinta vez esta temporada y Moussa Diagne se estrenaba en el cinco inicial en su noveno encuentro liguero.
con todo esto los cajistas salieron enchufados, con una zona 'tres-dos' presionante en defensa y en ataque con dos triples del ex azulgrana Edwin Jackson, otro de Will Tomas y cuatro puntos de Jack Cooley, que mandaba a Diagné al banco en apenas cuatro minutos, dejaba el marcador en un claro 5-14.
Doellman estaba descentrado y era relevado por Vezenkov. Él y Satoransky contrarrestaron la efectividad de Kuzminkas (7 puntos seguidos) y empezaron a superar la zona visitante y a reducir distancias (19-22), aunque Unicaja se mantuvo al final del cuarto (21-24). Carlos Arroyo empezó de base azulgrana en el segundo cuarto e intento marcar un ritmo más vivo y, tras un triple de Vezenkov y dos tiros libres de Navarro, dar la vuelta al marcador (27-26, m.13). Aún así los andaluces volvían a la carga con triples de Alberto Díaz y Carlos Suárez (27-32).
Ahí empezó un festival de 2+1 de Cooley dentro de la zona azulgrana sin que ni Samuels, primero, ni Tomic, después pudieran pararlos, pero su efectividad era neutralizada a base de triples por el Barcelona con tres de Arroyo y uno de Navarro (39-45, m.25).
Tras el 42-49 al descanso los azulgrana intentaron cerrar su defensa, pero dos triples de Jackson y Kuzminkas daban la máxima ventaja al Unicaja hasta ese momento (46-57, m.23). Perperoglou y Vezenkov lideraban la reacción barcelonista y tras un triple de Pau Ribas (56-58, m.26) y un parcial de 10-1, Plaza paraba el partido, pero su equipo ya no tenia fluidez en el tiro exterior y había sentado a Cooley. El cuarto se cerraba con dos tiros libres y un triple de Ribas, decisivo en este cuarto que avanzaba al Barcelona por vez primera en todo el partido (65-64).
La defensa azulgrana no daba ya concesiones y dos triples de Arroyo junto a otro de Navarro destrozaban la defensa visitante. De nada servían los tiempos muertos de Plaza porque en un contragolpe azulgrana dejaba el marcador en 79-70 a 3:50 del final. Cooley sólo había estado dos minutos en pista en este cuarto y ni el retorno de Kuzminkas y Vázquez podía parar la sangría azulgrana en ataque (un parcial de 7-0) ni la sequía anotadora malacitana (81-70, m.39) y sólo los tiros libres recortaron al final (83-77).