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CELTICS 105 - KNICKS 104

Thomas (32) lanza a los Celtics en un renacido clásico del Este

Boston encadena 13 victorias en casa. Bradley anotó la canasta del triunfo a 17,7" del final. Los Knicks desperdiciaron 8 puntos de ventaja en los últimos 4 minutos.

Jose Calderon bota ante Isaiah Thomas.
Jose Calderon bota ante Isaiah Thomas.AFP

Los Celtics demostraron en la noche del viernes que pueden aspirar a todo en el Este. Al menos parece claro que serán un rival muy duro para cualquiera en los Playoffs, incluso para los Cavaliers de LeBron, a los que visitarán este sábado en el Quicken Loans. En un TD Garden entregado, Boston remontó ocho puntos en los últimos cuatro minutos ante los Knicks para apuntarse un renacido clásico de la Conferencia (105-104) que no defraudó. Así llegó su decimotercera victoria consecutiva en casa. New York pasó de deleitar con un gran Carmelo Anthony (30 puntos y canastas estupendas), la solvencia de Porzingis, los triples de Afflalo y un papel notable de Calderón (13, 5 rebotes y 5 asistencias) a irritar con sus malas decisiones en ataque y su indolencia en defensa en los instantes finales.

Isaiah Thomas volvió a anotar más de 30 tantos (32 y 8 asistencias) para los Celtics. Es la octava vez que lo consigue esta temporada, algo que no hacía nadie en la franquicia de Massachusetts desde Paul Pierce en la temporada 2008-09. El base fue quien mantuvo a su equipo en el partido, aunque la remontada la remataron sobre todo Crowder, Turner y Bradley. Antes, un tirito de Calderón y un robo de Galloway con fácil bandeja posterior habían puesto el 92-100 para los Knicks a falta de 4:16.

Parecía que los Celtics iban a morder el polvo en casa después de mucho tiempo. Pero haciendo gala de sus principales virtudes, defensa intensa, contraataque y tiros rápidos, dieron la vuelta al marcador con un parcial de 13-2 para el 103-102 con un tiro sencillo y cómodo de Turner. Después Carmelo anotó un fadeaway que entró llorando. Y en la siguiente posesión, Avery Bradley no se lo pensó dos veces, penetró con valentía y acertó pese a la oposición de Lance Thomas que incluso pudo hacerle falta. La última jugada del partido fue un despropósito por parte de New York, con un aclarado larguísimo que dejó totalmente desamparado a Anthony. Crowder gastó la personal que le quedaba a Boston antes de entrar en bonus y a tres segundos de la conclusión Melo tuvo que jugarse un triple lejano que se estrelló violentamente en el tablero y no tocó el aro.

"El cielo es límite", dijo Evan Turner, eufórico al final del partido. Y no le falta razón. Estos Celtics ilusionan, han hecho del Garden un fortín y marchan viento en popa en la tercera posición del  Este, en lucha con unos Raptors que tampoco ceden. Dos equipos que amenazan seriamente la supremacía de los Cavs. Por el contrario, los Knicks se alejan cada vez de la postemporada (están a siete partidos del octavo, los Pistons) con esa inconsistencia lamentable que les impide transformar en victorias sus voluntariosas actuaciones.