COPA DEL REY 2019 | REAL MADRID-BARCELONA
El Increíble Llull: sus canastas milagrosas en el Real Madrid
El base anda en estado de gracia y ante el Barça en la final de Copa volvió a decidir con una canasta en el último segundo para llevar el duelo a la prórroga.
Real Madrid 77-Barcelona 77
La final de la Copa del Rey estaba en un nudo a falta de 4 segundos. El Barcelona acariciaba el trofeo con 75-77 tras una fantástica remontada... pero los blancos no habían dicho su última palabra. Más concretamente, El Increíble. Con su habitual sangre fría, Llull cogió el balón y amagando un intento de triple, y aprovechando el bloqueo de Ayón, el balear se lanzó como una exhalación hacia la canasta rival: bombita y partido a la prórroga. A pesar de ello, la Copa se la llevaron los azulgrana.
El Madrid llegaba al Clásico después de tres derrotas seguidas en la Liga. La peor racha con Laso en el banquillo. El Barça comenzó lanzado, pero los blancos remontaron en un gran segundo cuarto y se pusieron once arriba al descanso tras un triplazo de Llull sobre la bocina. Estaba probándose para el desenlace. Los de Bartzokas limaron poco a poco la desventaja hasta dar el zarpazo en el minuto final. Una canasta de Tomic les ponía uno arriba a falta de seis segundos. Tiempo para Llull: penetración por la derecha, salto hacia atrás para evitar la defensa de Oleson y la ayuda de Claver y lanzamiento muy bombeado que toca el cielo y entra limpio en el último segundo. El Increíble lo había vuelto a hacer.
En el estreno de la nueva Euroliga el CSKA había dominado en las primeras 18 jornadas, pero en la 19 el Madrid se puso líder al grito de ¡Llull, Llull, Llull...! en la pista del Bamberg. El menorquín anotó siete de sus 26 puntos en Alemania en el último minuto, incluida la canasta decisiva que rompía el empate a falta de un segundo. Quebró a Zizic con velocidad y potencia y superó al poderoso Theis con una bandeja de altos vueltos que soltó a pie cambiado para evitar el tapón.
Real Madrid 142-Oklahoma City Thunder 137
El Madrid logró el 3 de octubre de 2016 su segundo triunfo en la historia ante un equipo NBA. Y lo hizo tras completar una remontada all star de 22 puntos ante los Thunder (28-50 en el ecuador del segundo cuarto). El Madrid se alió con el triple para firmar la gesta y, en especial, Sergio Llull, que anotó un triple sobre la bocina del final de cada uno de los cuartos menos en el primero. En el último, forzó la prórroga (empate a 126), la guinda a una carambola de cinco puntos. Nocioni aprovechó dos tiros libres de una serie de tres y lanzó el último a fallar, Hunter peleó el rebote, Rudy se tiró a por el balón y se lo pasó en plena caída a un Llull que aguardaba detrás de la línea. Triplazo. La energía desatada en esa acción empujó al Madrid al triunfo.
El Real Madrid llegó a Valencia sin Sergio Rodríguez, después de la Copa y de un sufrido triunfo en Alemania y a tres días de recibir al CSKA. Tenía mala pinta… y los blancos fueron siempre a remolque. Hasta que Llull se empeño en no perder el partido. El menorquín (como ante el Baskonia en semifinales de Copa) anotó los ocho últimos puntos en la remontada de su equipo, los tres últimos con un triple desde más de 20 metros que ya forma parte de la leyenda del baloncesto español.
En el tercer partido de los playoffs (9 de junio de 2015), una canasta de Harangody fuera de tiempo llevó el encuentro a la prórroga. Allí, con empate a 100, Llull se alzó para anotar un triple increíble a falta de 1,8 segundos (y con falta incluida no señalada). El Madrid ganó en Valencia y sentenció su serie el jueves siguiente. El base acabó ese partido con 12 puntos (3 de 9 desde más allá de 6,75).
Real Madrid 75-Laboral Kutxa 74
Tras un mal partido colectivo, con menos de tres segundos por jugar y ante un Laboral Kutxa que necesitaba la victoria como fuera, Llull sumó un determinante 2+1 ante el gigante Mirza Begic y dio un triunfo liguero al Real Madrid. El Baskonia se quedó sin jugar la Copa 2015, la primera edición que se perdía el equipo vitoriano tras 17 presencias consecutivas.
Sergio Llull es todo un especialista en finales apretados. En la primera fase de la Euroliga (24 de octubre de 2014), el base le dio la vuelta al marcador después de que un triple de White pusiera el 75-74 en el luminoso con 7,7 segundos por jugarse. Se jugó un uno contra con D’or Fischer. Pasito atrás y canasta pisando la línea de 3 puntos a 7 décimas del final.
Posiblemente una de las canastas más recordadas por el madridismo en los últimos años. Un tiro de Llull desde la esquinita (asistencia de Sergio Rodríguez, que se atrajo la defensa), que valió una Copa del Rey, la de Málaga en febrero de 2014. Mirotic fue el MVP y Llull el héroe, a pesar de que su partido no estaba siendo brillante (llevaba 3 de 9 en tiros de campo).
Real Madrid 76 - Fuenlabrada 75
Fue en la temporada 2010-11, la última de la dupla Messina-Molin en el banquillo blanco. En la Caja Mágica, Llull, que acabó el partido con 15 puntos y 14 de valoración, dejó sin Copa del Rey al Fuenlabrada en la última jornada de la primera vuelta. Con 5.7 segundos por disputarse, Llull recibió de Prigioni desde la banda y penetró para anotar por encima de Leo Mainoldi, que le estaba esperando para provocar una falta en ataque que no señalaron los árbitros. Una bombita que se coló a 1.4 del final.
Real Madrid 77-Montepaschi Siena 69
En la Euroliga 2009-10, Llull dejó su primera gran noche heroica y decisiva con la camiseta del Real Madrid. Fue todavía en el Palacio de Vistalegre y ante el Montepaschi Siena, que apuraba sus años de poderío continental. El Real Madrid perdía por 9 en el tercer cuarto y ganó por 8 (77-69), gracias a una remontada liderada por un Llull que anotó sus 17 puntos en los últimos 11 minutos. Incluido el triple in extremis del +8, fundamental porque el equipo blanco, entrenado por Ettore Messina, había perdido por 7 en Italia. De hecho, ese average (los dos terminaron 3-3: se jugaba en grupos de cuatro) dio al Real Madrid la segunda plaza por detrás de Maccabi y eliminó a los transalpinos. Después, Llull y compañía cayeron en cuartos ante el Barcelona, a la postre campeón.