El Iberostar espera al final pero se impone al Joventut
Beirán y Richotti amarran el triunfo para los canarios en los últimos segundos. el equipo de Chus Vidorreta suma su novena victoria y aventaja en una al propio Joventut.
Dicen que lo bueno se hace esperar. Y tanto se hizo esperar esta mañana la victoria del Iberostar Tenerife sobre el Joventut que por ese debe ser bien celebrada. Fue un partido intenso, de ritmo progresivo, acaso trepidante en el último cuarto. El equipo de Txus Vidorreta sumó su novena victoria del curso, le saca una de ventaja a la Penya y sigue con todas las posibilidades de jugar los playoffs. Beirán volvió por donde solía, y así la vida es más fácil en La Laguna.
Desde luego, se cumplieron los pronósticos que anunciaban un partido igualado, jugado de poder a poder. El desarrollo del primer tiempo ya anunciaba un pronóstico del todo incierto. Sin nada en exceso destacable -un mundo era el que quedaba por descubrir- Si el Iberostar amanezaba con fugarse, ahí estaba Mallet, gran partido el suyo, para acortar distancias desde el triple, 30-29. Beirán percutía, 34-29, pero el diminuto base norteamericano seguía a lo suyo para igualar el partido con cuatro puntos seguidos. Así, era totalmente normal que se llegara al descanso con el marcador de 36-35 coronando el techo del pabellón Santiago Martín.
Tras la reflexión, un sólido Rakovic mantenía en vereda a los suyos, que se pusieron pronto por delante: 38-39. Esta mínima desventaja espoleó sin duda a los jugadores locales, que bajo el liderazgo de Richiotti y Beirán volvieron a tomar el control de la situación con un parcial de 9-0 a favor (47-39). Tuvo que ser Mallet, desde más allá de los 6,75, quien desatascara el ataque del Joventut, 47-42, que se plantó con vida en el último cuarto cuando parecía que el partido estaba a un suspiro de romperse.
El ritmo hasta cierto punto plomizo con el que se desarrollaron los primeros 30 minutos de partido tornó a vertiginoso al inicio del último cuarto, ni que las vitaminas surgieran un efecto repentino. El 12º punto de Beirán se tradujo en el 56-53 rápidamente contestado por Mallet y Sutton, que le dieron a los suyos un 56-57 que suponía la primera ventaja a favor desde aquel lejano 38-39. Entonces, Abromaitis encontró el aro cual piscina olímpica y, con dos triples seguidos, le dio la delantera al Iberostar, 62-57, para no volver a soltarla jamás. Y eso que Paul, con tres triples en los últimos minutos, se empeñó en alimentar las esperanzas de la Penya, 66-65.