BALONCESTO SEVILLA 67-RIO NATURA MONBUS OBRADOIRO 58
El brillo de Bamforth y Balvin destrozan al Obradoiro
El Baloncesto Sevilla toma aire a costa de un rival que nunca tuvo opciones reales tras su mal arranque. Los 20 puntos del escolta estadounidense, claves.
Se respiró ambiente de final en San Pablo y el Baloncesto Sevilla enterró fantasmas pasados para pasar por encima del Obradoiro y tomar aire en la clasificación. Lo hizo con argumentos que deben servirle más a menudo para sumar en vez de restar: Balvin lució su mejor versión con 14 puntos y 17 rebotes, mientras Bamforth apareció en los momentos claves con acciones decisivas para cerrar el encuentro con 20 puntos y 24 de valoración. Poco o nada en un Obradoiro que reflejó en Haws su ímpetu sin eficiencia.
El primer cuarto abrió el panorama real: el 8-0 de arranque ya puso contra las cuerdas al conjunto de Santiago. Balvin comenzó su exhibición en tiros de dos y Bamforth de tres. Pleno para ambos en el cierre de un primer parcial favorable a los sevillanos por 25-14. Triguero no lucía en los visitantes, aunque sí un Waczynski con demasiada libertad en sus lanzamientos lejanos.
El Obradoiro quiso que Haws se enchufara al partido, pero el trabajo defensivo del equipo de Casimiro sí encontró frutos esta vez. Balvin siguió disparando y Miljenovic levantó la mano para confirmar que él es protagonista en este equipo. Hakanson dejó destellos de talentos y debutó un Jerome Jordan más acertado en ataque que en defensa. Un 43-26 tumbaba muchas de las esperanzas de los gallegos.
Tras el descanso, Balvin decidió que los rebotes serían suyos. Bamforth mantuvo su acierto y frenar a Waczynski parecía un logro para los sevillanos, que casi cierran el choque en un alarde de efectividad y renovada intensidad. En poco se parecía el equipo de Casimiro al que fue vapuleado ante el Barcelona. Una ventaja de 14 puntos a falta de un cuarto podía ser un escenario suficiente para el Baloncesto Sevilla. Enfrente, sólo Haws y Triguero mantenían el tipo.
San Pablo quería evitar nervios de última hora. Los tiene el equipo cuando la igualdad marca el devenir de los duelos, pero lo evitó ante un Obradoiro incapaz de hacer daño en carreras o combinaciones. Hakanson mantuvo diferencias y Haws trató de recortar unas distancias que ya parecían insalvables. Los dobles dígitos de Balvin en puntos y rebotes pesaron demasiado sobre los gallegos, que se asoman al precipicio al tiempo que el equipo sevillano respira y ejecuta una inmejorable disculpa a sus aficionados tras el desastre vivido en Barcelona.