Otro bombazo en la Copa: el Granca elimina al Valencia
Los de Aíto le dieron la vuelta al marcador en el último cuarto con un parcial de 13-26. Omic y Rabaseda jugaron un papel decisivo. También brilló Pablo Aguilar.
Salía quizá con la congoja de haber visto al Barcelona morder el polvo unos minutos antes. Otro favorito ante un outsider, el Herbalife Gran Canaria del eterno Aíto. Y al Valencia Basket, el líder de la Liga Endesa, el del 28-0 de arranque, le tembló el pulso. En pocos días se ha quedado sin Eurocopa, fuera de la Copa del Rey y con menos ventaja en la Liga. Mérito de un equipo canario que no se rindió. De inicio los de Pedro Martínez sacaron a relucir la solidez que les hizo amasar esa tremenda racha. Siete puntos rápidos de San Emeterio, cinco de Vives, picotazos de Sikma, Dubljevic y Hamilton... y 26-16 al final del primer cuarto.
Pero reaccionó el Granca a lomos de Aguilar (recuperado para la causa), Seeley y Omic, y se puso por delante a lo grande (28-37, min. 15). “Pío, pío”, gritaba la afición insular. Hasta que un 2+1 de San Emeterio contuvo la sangría taronja. Se detenía el tremendo 0-21 del equipo canario. Luego acortaron un enrabietado Rafa Martínez y Dubljevic. Y al descanso se llegó con empate: 42-42.
Sobre el papel, el Valencia estaba siendo superior en todo, menos en el marcador. Mejores porcentajes, más rebotes, más asistencias, más valoración. Quizá fueran sus seis pérdidas por las tres del rival. El partido tenía ritmo, lo que se espera en la Copa. Y en esa vorágine no se arrugó el Granca. Perdió el tino durante unos minutos y su rival le castigó con su dominio bajo tableros y un Rafa Martínez a lo Bejamin Button.
Los de Pedro Martínez pusieron distancia tras canasta de Hamilton (57-49, min. 26). Pero estaba por llegar la última reacción amarilla. Y eso que Diot y Shurna intentaron sofocarla. Luego el francés erraría un triple decisivo. El Herbalife, sin Seeley (cinco faltas), no se entregó, remontó y consumó con puntos decisivos del hercúleo Omic y de Rabaseda la segunda sorpresa del día, aunque quizá está sí se barruntara. Le espera el inesperado Bilbao.