El Granca deja los deberes para el final, pero gana al Bilbao

Como equipo grande que es, ha aprendido el Gran Canaria a esperar su momento para sentenciar los partidos. Así lo hizo ayer tras un precioso partido contra un Bilbao Basket contestón y que aguantó dentro del encuentro hasta que le duraron las fuerzas. Hubo de todo, y todo bueno. Y algunas cosas malas, como el enganchón entre el provocador Hervelle y el caliente Omic. Al final, apretón de manos y tan amigos. El Herbalife sumó su 13ª victoria del curso y confirma su buen momento.

Se vivió anoche un partido precioso por lo intenso. Tal vez por castigo a Omic, Pasecniks volvió a salir de nuevo en el quinteto inicial del Herbalife. A diferencia del partido contra el Hapoel, apenas se notó su presencia. Si 4 puntos de Bogris ponían a los suyos por delante, 2-7, Oliver respondía de tres, 5-7. El Granca llevaba la iniciativa a base de triples de Salin (2 seguidos, 11-9) y Aguilar (20-18), y en el primer cuarto hasta hubo tiempo de ver un 3+1 de Bertrans (24-24). Omic ya andaba por ahí, y gracias a un 2+1 suyo los locales acabaron por delante el final de los competidos primeros diez minutos (27-26)

Al menos en los primeros acordes, el segundo empezó trabado y con el eterno Mumbrú poniendo al Bilbao por delante, 32-34. Dos triples consecutivos de Seeley y Newley recuperaron la iniciativa de los amarillos, aunque por poco (41-38). Omic hacía de las suyas, y junto a Newley lideró una escapada local, 46-38. El propio Omic le recriminó, y con razón, un codazo traicionero a Hervelle, y un triplazo de Hannah a tablero lo dejó todo pendiente al descanso (49-47).

El segundo tiempo se vivió con mucha intensidad y con un Bilbao que nunca se rindió mientras tuvo fuerzas. Hannah, huracanado, mantenía a los suyos en el partido, 60-59, y Aguilar, con un triple de museo, propició una mini escapada del Granca, 67-61. Tan mini fue, que el tercer cuarto acabó 69-67.

Cuando Rabaseda reventó el aro en contrataque empezó el Herbalife a creerse que la 13ª victoria era un hecho. Ese 79-71 vino acompañado de 7 puntos seguidos de Eulis Báez, inédito hasta ese momento, para abrochar el triunfo (86-73). Omic le devolvió el recado a Hervelle, por lo que fue sancionado con una antideportiva, y Pangos sentenció ese 91-85. Victoria justa del Granca, y ningún reproche es merecido para el Bilbao.