Diez minutos mágicos de Grigonis bastan al Manresa
Lideró un tercer cuarto sobresaliente y anotó 23 puntos. Simon, con 20, lo secundó. Los de Casimiro, sin Bamforth, sólo compitieron hasta el descanso.

El Manresa fue un ciclón en la segunda parte para batir a un débil Baloncesto Sevilla que ya suma cinco duelos sin ganar. La precisión de Grigonis en un tercer cuarto brillante bastó a los de Navarro, que habían sostenido la igualdad en los dos primeros cuartos gracias al trabajo de Musli. El equipo sevillano pareció un conjunto sin alma ni atisbos de desequilibrio. Los 23 puntos de Grigonis y los 20 de Simon bastaron a los manresanos.
Baloncesto Sevilla y Manresa mostraron bazas y carencias en un primer cuarto de altibajos. Los locales echan de menos la magia de Bamforth, ausente en la cita por sus eternas molestias musculares, y el liderazgo de un base que podría ser Hakanson si finalmente soluciona unos trámites convertidos en inconvenientes. Los visitantes dejan sus aspiraciones en manos de Musli: reinó bajo los aros pero se sintió solo ante sus intermitentes actores secundarios. Alfonso Sánchez y Nachbar llevaron la batuta del equipo sevillano mientras Oriola hacía apariciones que mantenían la igualdad en el luminoso. Miljenovic, convertido en líder inesperado de este equipo, tiembla en instantes de nervios y emociona cuando inventa pases bajo circunstancias de riesgo. Grigonis y Otverchenko ejecutaron con triples la parsimonia defensiva de los locales, que por momentos parecían pausar sus intenciones en vez de acelerarlas.
No varió en demasía el segundo cuarto. En una igualdad de mediocridad, ambos equipos firmaron un 4-2 en más de cinco minutos que reflejaba la realidad: el miedo a perder prevalecía al sueño de ganar. Mejoró Balvin, que decidió medirse a Musli con argumentos, mientras Oriola y Nachbar seguían entrando en escenas momentáneas. Una bandeja del esloveno no impidió que él Manresa se fuera al descanso uno arriba (36-37).
La reanudación varió los atrevimientos. Grigonis decidió dar un paso adelante y machacó en cinco minutos a un Baloncesto Sevilla lleno de debilidades: la intensidad se ausentó, Miljenovic convirtió en pesadilla el arte de los tiros libres y Nachbar no basta para descontrolar el duelo a su antojo. Necesitó poco, muy poco, el Manresa para fabricar diferencias que serían definitivas (45-60).
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La exhibición de Grigonis ya bastaba para que el triunfo se posicionara del lado visitante. El equipo de Manresa hizo continuas faltas a Miljenovic a sabiendas de que su escaso acierto condicionaba a los suyos. Los de Ibon Navarro pausaron el choque en un último cuarto en el que Grigonis seguía ejecutando cada ataque con elegante precisión. Ya no había duelo y quedaban demasiados minutos. Para el lucimiento de algunos. Para la constante sensación de impotencia de otros.
Tiene trabajo por delante Luis Casimiro. Suma cinco duelos seguidos sin ganar el equipo sevillano y esta vez fue el Manresa el que sonrió en San Pablo. Y lo hizo con argumentos que ni siquiera encontraron oposición.



