DOMINION BILBAO 76 - BAYERN MÚNICH 78
Cruel derrota del Bilbao: con tiros libres a falta de un segundo
El Bayern Múnich sentenció con Taylor ante un equipo que puso mucho empeño y defensa, con Bertans iluminado, pero le faltó el último golpe de riñón
Puesto a perder de forma cruel en casa, en el patio de sus torturas, el Dominion lo hizo con la mayor crudeza: con dos tiros libres anotados por Bryce Taylor tras una falta inexistente de Raúl López (levantó los brazos y el visitante hizo flopping descarado), a un segundo para el final de un partido que gobernó el equipo bilbaíno de forma más o menos notable. El Bayern Múnich impuso su pegada, su experiencia Euroliga (que no tendría por qué ser mayor que la de los Raúl, Mumbrú, duda hasta última hora por molestias en la espalda, Hervelle y el ayer insuperable Bertans). Se complica el pase a octavos, pero tampoco es para montar un drama. Es más duro en lo anímico que en lo clasificatorio, pues los bávaros ya ganaron en Turquía al Banvit, el rival directo por la segunda plaza, así que allí, en la caja de zapatos de Bandirma, parece que está la llave para pasar.
Los dos lanzamientos del escolta estadounidense ponían el broche a un choque intenso y con alternativas que los 'hombres de negro' parecían, como siempre, tener encarrilado con diez puntos de ventaja en el segundo cuarto (30-20) y, sobre todo, en el minuto 36 (73-67). En esa recta decisiva hacia la meta, el exazulgrana Dedovic asomó la cabeza y Taylor puso la puntilla. Pero esta vez fue otro cantar. Los vizcaínos recobraron su identidad y tutearon a un enemigo de cuidado. Cayeron con la cabeza bien alta.
El discurso hasta entonces fue digno de elogiar. Mucho ritmo, con Hannah esta vez no tan metido en su mundo de anotación, y Pesic intentando hacer valer a Bryant, su cinco pesado, ante la ausencia de Begic. Entre él y Thompson, un jugador de mucho talento, fueron labrando el futuro. Lego decoró la canasta con gran flujo anotador Renfroe, exValladolid. Ruoff estuvo certero para apuntalar una gran defensa y anduvo más incisivo en el cuadrante contrario. El poderío físico en las zonas es un elemento básico ante estos equipos de etiqueta Euroliga y las trampas tácticas y la fe tapan las carencias un rato, pero es difícil cubrir los 40 minutos. Con 12 puntos en el tercer cuarto, Bertans llevaba el bólido hacia el triunfo. En la guerra de tiros libres, en ese cara y cruz mortal, otra vez salió cruz.