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GRAN CANARIA 101 - AVTODOR SARATOV 77

Omic y Rabaseda llegan a tiempo en la victoria del Granca

Comandan el estirón del Granca para apalizar al Saratov en el segundo tiempo (101-77). Seeley, Newley y Aguilar, igualmente decisivos.

Eulis Báez defendido por Artem Limenko.
Eulis Báez defendido por Artem Limenko.Elvira Urquijo A.DIARIO AS

Precioso triunfo coral el que se ha anotado esta noche el Herbalife Gran Canaria ante el Avtodor Saratov. Con 5 jugadores superando los diez puntos de anotación, los amarillos suman la segunda victoria en el Last-32 y siguen la estela del Estrasburgo, que sumó su tercer triunfo a costa del Hapoel (75-71).

Nada hacía presagiar el desmelene anotador de ambos equipos, pues los primeros minutos del partido fueron un canto al aburrimiento; bostezo va, bostezo viene. Hacía mucho frío en el GC Arena de tan vacío que estaba la guarida del Herbalife. Por eso, estímulos como ese triple de Báez para el 10-8 eran puro fuego.

En un interesante intercambio de golpes (eso sí, a cámara lenta), un 2+1 de Brooks le dio algo de aire al Saratov, 16-22 (máxima diferencia a favor). Ocurre que hay jugadores gélidos, imperturbables como parecen pase lo que pase dentro y fuera de la cancha. Un claro ejemplo es Rabaseda, frío como pocos, quien encestara desde el triple para frenar cualquier conato de incendio (21-24). Se sigue esperando más del alerón catalán, infinitas como son las posibilidades que se le adivinan y que bien demostró en el segundo tiempo.

Pasa por ser el Saratov un equipo incómodo, ni que fuera un grano de arena en el ojo. Por eso, y pese a que Seeley y Oliver atinaban desde más allá de los 6,75 metros, a triple por barba para el 33-29, el Herbalife no conseguía distanciarse. Poco después, desde idéntica distancia, Lukashov impartía justicia con ese 40-40 que hacía despertar a ambos equipos del sopor recíproco. No es que hiciera demasiados méritos el Gran Canaria para marcharse al descanso 50-44, y por eso fue tan bien recibido el triplazo de Pasecniks, con la bocina del final del segundo cuarto sonando, tras haber entrado a la cancha apenas 50 segundos antes para evitar la carísima tercera falta de un desacertado Alen Omic.

Nunca un estío le sentó este curso mejor al Granca que el que disfrutó hace un rato en el GC Arena. El equipo salió relinchando, furibundo, ni que fuera un imparable Pegaso. Newley, en su mejor partido del curso, anotó su 10º punto para elevar al marcador un clarificador 56-47 con el partido a un suspiro de romperse definitivamente. Eso parecía, y así sucedió. Omic despertó como la bestia que es, en el mejor de los sentidos, y con 4 puntos de una tacada le dio el primer +10 a los suyos, 62-52. Poco después, un triple de Aguilar para el 67-54 confirmó que el duelo ya solo tenía el color amarillo, brillante como hacía tiempo que no se le veía. El público ya estaba definitivamente metido tras la helada de la primera parte, aunque bien es cierto que, con los equipos en sus banquillos en el tránsito del tercer al último cuarto, el Saratov seguía respirando (73-62).

Susto y silencio

Muy pronto el Granca ahogó a su rival, y un triple de Newley supuso el golpe definitivo (70-56). El marcador crecía tanto que un triplazo de Rabaseda, por fin despierto, le dio un +20 al Granca (89-69). Poco después, el pabellón se quedó en silencio tras el susto de Brooks, que se retorcía en el suelo tras un golpe con el corpachón de Omic. Por suerte, se recuperó aunque no pudo seguir jugando. La fiesta fue completa cuando Pasecniks reventó el aro para superar la barrera de los 100 puntos, 101-77. El Granca, además, allana así su camino hacia los octavos de final.