RATIOPHARM ULM 75 - DOMINION BILBAO BASKET 93
El Bilbao sigue con su rutina en Alemania y barre al Ratiopharm
Gran cuarto tras el descanso, apoyado en el mejor Ruoff de la temporada, y tercer triunfo holgado en suelo germano esta temporada. El equipo se sacó la espina del Tenerife
El Dominion se siente por Europa como en el jardín casa. Seis seguidas lleva. Mejor que en Miribilla incluso. Y en Alemania, no digamos. Se paseó por Bonn y Oldemburgo en la fase regular y esta tarde ha pegado otro bocado de ogro en Ulm, donde no olvidemos sufrieron lo indecible Valencia y CAI. El Regalo de Reyes para la afición bilbaína fue una faena sencilla y ahora sólo quedará por ganar en Múnich para completar el póker germano. Tras el tanteo de los dos primeros cuartos, donde el equipo no pudo librarse de cierto descontrol que proponía el anárquico rival, tras el descanso metió dos parciales furiosos de 0-9 (53-71) y 0-6 (60-81) para anotarse el estreno de la segunda fase de la Eurocopa. No se notó la baja de Raúl López y dio un paso adelante Ruoff, en otra vuelta a una pista que conoce. Metió once puntos en cuatro minutos.
Sito Alonso pedía olvidar los nefastos cuatro últimos minutos ante el Tenerife y se fueron borrando pero a medio plazo. Hubo algún apagón, pero imperceptible, nada que ver con otra tardes en Bilbao y menos al final, cuando se suelen producir. Dos faltas de Morgan, el cinco más lustroso del Ratiopharm, antes de transcurrir los cinco minutos condicionó mucho el juego interior alemán. Eso dio vía libre a Begic. A los siete minutos aquello era una invitación al triple: con 10-19 los locales llevaban 0/3 y los visitantes 3/6. Hervelle y Suárez (se limita el madrididista demasiado a telegrafiar tiros sin buscar más distracciones) no andaban finos y Mumbrú probó un rato de cuatro, con Begic en la pintura. Luego vio una técnica, -3:40, por protestar y el cinco cometió una falta clara en un momento de desconcierto.
El Ratiopharm aprovechó sus enredos para empatar a falta de 3:07 para el descanso. Su mejor cuarto fue el segundo, en el que, de la mano de Braun y Butler, llegó a nivelar el tanteador hasta tres veces. Produce estrés ver a este equipo, en el que nadie sabe en qué puesto juega cada jugador y dar tres pases parece estar prohibido. Llevaba más tiros de tres (5/16) que de dos (14). Las rotaciones iban a ser cruciales y así lo entendió Borg, que se alió con el mejor Ruoff de la temporada para añadir chispa al grupo. Una canasta cayéndose permitió un dos más uno que contribuyó al despegue (53-68). El equipo entendió que tenía que actuar con algún argumento más que los triples: buscó cortes, bloqueos, posteos, movimientos básicos en el baloncesto. Y gran parte de culpa de toda esa parafernalia la tuvo Ruoff, que es un puñal ante este tipo de equipos plagados de compatriotas suyos. Claro que el martillo pilón que fue derribando la defensa local fue Hannah, que tiró 15 veces a canasta. Toda la trama exterior del Bilbao lució en puntos, porque Bertans también estuvo certero. Hasta tuvo tiempo para salir Mendia y plasmar el 70-93, la máxima diferencia del partido. En el grupo de los bilbaínos, el Bayern de Múnich ya demostró que es el rival a batir, tras ganar en Turquía al Banvit, donde militan los exMIB Moerman (17 puntos) y Carmichael (8).