RIO NATURA 63 - REAL MADRID 79

El Real Madrid acelera a solo cinco días del Clásico

El quinteto formado por los Sergios, Maciulis, Reyes y Ayón rompió por dos veces al Obradoiro. Otro partidazo del pívot mexicano. Willy aprovechó sus minutos.

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El Madrid acelera a cinco días del Clásico, como si quisiera poner un broche de oro a un año histórico. Una despedida a la altura de lo logrado en estos doce meses. Firmó así en su última salida de este 2015 otra gran actuación. Triunfo amplio. El Rio Natura Monbus Obradoiro tampoco le aguantó el pulso al núcleo duro de una plantilla blanca que recupera la forma tras un verano de locos.

La baja de Rudy ha devuelto al cinco titular a Sergio Rodríguez, por lo que la segunda unidad pierde experiencia y talento. Y también cede mando. Da para levantar un muro imaginario entre los dos quintetos. El que juega de memoria y rompe los partidos como el que engulle una galleta ablandada en leche (los Sergios, Maciulis, Reyes y Ayón), y el de los picos de sierra, que a veces resplandece y otras se atraganta. El formado por los nuevos (Taylor y Thompkins) y los jóvenes (Doncic y Willy). Más Carroll con Ndour en la recámara (apenas 3:56 en pista) y Nocioni cuidando el hombro en el banco.

Así anocheció en Santiago, con el Obradoiro bailando al ritmo del rival. De la desesperanza a la ilusión. De verlo todo perdido antes los principales blancos (11-26), cuando el tiqui-taca arreciaba y Llull anulaba a Waczynski, a recobrar la fe frente a un quinteto aún en expansión. Doncic no tuvo el día, ralentizó el juego en estático, falló dos triples y perdió algún balón. Lo normal en el aprendizaje de un chaval de 16 años. Willy extravió otra bola y los 15 puntos de ventaja se redujeron a tres (25-28) tras un 9-0 con la muñeca humeante de Tyler Haws.

Laso pidió tiempo muerto y mantuvo el bloque en cancha. Calma y paciencia. Enseñanza, lo llaman. Willy se fajó bien y la diferencia volvió a ampliarse (30-39 y 35-41 al descanso). Enfrente, el mejor era una canterano blanco: Santiago Yusta, un alero fuerte de 18 años que ha cogido al toro ACB por los cuernos, con valentía.

En la reanudación, volvió el cinco letal del Madrid, aunque el partido había cambiado. Más trabado, más duro. Aluvión de faltas del Obra antes de entregarle la cuchara a Ayón. Guantes de seda o motosierra al hombro, al mexicano le queda bien cualquier cosita que se ponga. Añadió ocho puntos para coser la victoria, la undécima seguida al zurrón. La renta se estiró hasta los 18 ya con un quinteto ‘mixto’ y luego a los 20 con Willy devorando su oportunidad. Muy buena defensa del Real: encajó 63 tantos y dejó en dos a Waczynski, máximo anotador liguero. Y pletórico rebote: 45 capturas, 17 ofensivas. El Madrid demarra con el Barça a la vuelta de la esquina. Este domingo.