LeBron: "Los Celtics serán desde luego un capítulo en mi libro"
Cuentas pendientes y máxima rivalidad en el Garden de Boston, donde los Cavaliers ganaron gracias a Kevin Love y a un LeBron James abucheado durante todo el partido. Final en vivo: Cavs vs Celtics, juego 7
Con que hayas tenido apenas un ojo puesto en la NBA durante la última década sabrás esto: a LeBron James no le gustan los Celtics y a Boston no le gusta LeBron. Y ya sabemos la facilidad que tiene esa franquicia histórica (y es un halago) para meterse debajo de la piel de los grandes rivales y aparecer siempre de una forma u otra en su camino. El 4-3 a los Cavaliers en 2008, el 4-2 en 2010 que sacó a LeBron de Cleveland con destino Miami, y dos derrotas contra los Heat en 2011 (4-1) y sobre todo en 2012, con un 4-3 en la final del Este que cambió la carrera de LeBron: tras perder la Final de 2011 ante los Mavericks, se vio 2-3 y con un sexto partido en el Garden que podía ponerle definitivamente en entredicho como líder de equipos ganadores: los Heat ganaron 79-98 y LeBron jugó un partido antológico con 45 puntos, 15 rebotes y 5 asistencias. Después se puso su primer anillo.
Y, otra vez, LeBron volvió a Boston en los últimos playoffs y tras su regreso a Cleveland, un 4-0 que no impidió que saltaran chispas: Kevin Love sufrió la lesión que le dejó sin jugar en la carrera hacia el título y en lo que consideró una acción sucia de Olynyk. Y Crowder también salió lesionado tras una agresión de JR Smith, que fue sancionado. Así que hay una historia entre estos equipos, o más bien entre los Celtics y un LeBron que lo reconoció sin problemas y en referencia especialmente a aquel big-three híper competitivo que formaban Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett: “Algún día escribiré un libro y habrá un capítulo especial para ellos”.
Más: Crowder quería disculpas de un JR Smith que vino a contestar que el alero de los Celtics podía, por ahora, esperar sentado. En la salida a pista para el salto inicial no hubo choques de manos ni palmaditas cariñosas ni saludos. Y el partido fue físico, muy duro, con tensión y abucheos constantes para LeBron. Pero el problema, el mismo para los Celtics que en los últimos playoffs, es que al final hay una notable diferencia entre ambos equipos: 77-89 final con un demoledor 31-49 en el segundo tiempo y después de un buen inicio de partido de los de Stevens, que llegaron hasta un 50-45 antes de un 0-12 que lanzó a los Cavs, dirigidos por LeBron (24 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias) y un Kevin Love que quitó hierro a su reencuentro con Olynyk y que terminó con 20 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias. La mala noticia, otra lesión del recién recuperado Shumpert, que como mínimo no jugará en el siguiente partido del campeón del Este, otro de armas tomar: en Cleveland y contra los Thunder, mañana y quizá con Kyrie Irving de vuelta.
LeBron, que dejó alguno de esos mates que se guarda ya para partidos en los que tienes unas ganas especiales de decir cosas, reconoció que no les importaba mucho que no hubiera saludos antes o que hubiera muchos golpes después, que jugaban para ganar cualquier partido ante cualquier rival. Están 16-7 por el 14-11 de unos Celtics que siguen siendo un equipo con mayúsculas pero a los que les falta polvo de estrellas cuando se encuentran con los gigantes de la Liga. A los Cavs no pudieron forzarles tanto como a los Warriors, pero perdieron igualmente: 17 puntos de Bradley, 12 de un Isaiah Thomas fallón (3/15) y 14 de Crowder.