Los Hawks, el mejor equipo del Este en la pasada Regular Season con 60 victorias (y finalista de Conferencia), están ahora mismo fuera de los puestos de playoffs. Un canto a la evidente subida de revoluciones del Este pero también una prueba de la irregular marcha del equipo de Georgia, que está 14-11 tras repartir victorias y derrotas en sus últimos diez partidos (5-5). Y para rematar este discreto momento, récord negativo: sólo 25 puntos en todo el primer tiempo ante, eso sí, la mejor defensa de la NBA (San Antonio Spurs). La peor marca de la temporada en medio partido (era de 26 y la tenían los Rockets) y la peor cifra en un primer tiempo de la franquicia desde que se instauró el reloj de tiro. Total: 25-47 y partido acabado al descanso tras nueve canastas en juego de los de Budenholzer en toda esa espantosa primer mitad. La tercera no llegó hasta el tercer minuto del tercer cuarto. Un horror y 78-103 final.

Popovih no tuvo piedad del último Entrenador del Año, el que se esculpió como su delfín en los Spurs. Los texanos han ganado 6 de sus últimos 7 partidos, están 20-5 y encajan menos de 89 puntos por partido. Cifra casi imposible y que recuerda a la NBA de hace un par de décadas, tiempos de mucha menos alegría anotadora. Con un 9-22 de salida, el partido quedó decidido a la espera de una posible reacción local que nunca llegó. Al menos, y ya con balas de fogueo, sí llegó el maquillane: 55 puntos en un segundo tiempo que aun así perdieron (55-56). 37% en tiros y 20% en triples para unos Hawks en los que Paul Millsap anotó 22 puntos y nadie más llegó a la decena.

En los Spurs, otros 22 para Kawhi Leonard (y 8 rebotes, 4 asistencias, 5 robos…) y 17 puntos en 18 minutos para Ginóbili. LaMarcus Aldridge sumó 13 y 6 rebotes en 27 minutos y sigue perfilando su encaje en el equipo. Si lo culmina, estos Spurs, y su brutal defensa, serán lo que ya parecen: el gran peligro para los Warriors de cara a los playoffs del Oeste.