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ROCKETS 126-LAKERS 97

Un toque del Kobe de siempre (25+7+6) no salva a los Lakers

Notable partido de Kobe, que va a más en las últimas jornadas aunque los Lakers siguen en picado: 1-7 en su gira de ocho partidos fuera de casa. Los Rockets se colocan 12-12.

Un toque del Kobe de siempre (25+7+6) no salva a los Lakers
SCOTT HALLERANAFP

La realidad de los Lakers es tan cruda que su única buena noticia de los últimos tiempos vino desde Milwaukee: la derrota de los Warriors aseguró que por ahora no peligre el récord de 33 victorias de los angelinos, que parecía seriamente comprometido si Stephen Curry y compañía cerraban su gira por el Este invictos. Así están las cosas: los aficionados de los Lakers tenían que acordarse de equipos de hace más de 40 años mientras el de ahora caía  devastado (otra vez) en Houston (126-97) y acumula en las últimas tres temporadas 15 derrotas por 25 o más puntos. Para sumar otras quince en años anteriores a esta época oscura, hay que combinar 17 temporadas. Exacto: así están las cosas. Los Rockets, mientras, vuelven al 50% (12-12) y empiezan a emitir ciertas señales de vida. Todavía están lejísimos de donde deberían. Pero están. Que ya es algo, tal y como marchaban las cosas.

La historia del partido fue, en realidad, el buen partido de Kobe Bryant, que suma cuatro seguidos sin firmar porcentajes bochornosos (otra vez: ya es algo tal y como estaban las cosas). No sólo eso: Kobe terminó con 25 puntos (9/16 en tiros), 7 rebotes, 6 asistencias, 3 robos y ni una sola pérdida. No pasaba del 25+5+5 sin pérdidas desde hacía más de seis años y resulta gratificante verle jugar así, en una versión menor pero al menos mínimamente parecida a la que una vez fue, relajado y jugando en el ritmo del partido, sin forzar esas posesiones de bote eterno y tiros criminales que estaban definiendo su temporada. Como en San Antonio, Kobe y Russell lanzaron a los Lakers de salida (hasta un 21-25). Y, del mismo modo, otra vez no sirvió ni siquiera para no acabar con otra paliza en el zurrón. En cuanto Byron Scott empezó a mover el banquillo, parcial de 11-0 para cerrar el primer cuarto y 30-4 total. Y los Rockets, lejísimos.

D’Angelo Russell anotó sus cuatro primeros tiros y sumó 7 de los 9 primeros puntos de los Lakers, pero terminó con 12 y un 5/14 que empeora sus últimas actuaciones, en las que ha dejado claro que (tiene 19 años…) da pasos progresivos hacia lo que debería ser un futuro brillante. Por el contrario, Julius Randle anda peleado con el aro desde que Byron Scott le sacó del quinteto titular para… ¿para qué? El ala-pívot firmó un 3/11 que le dejó 7 puntos y 10 rebotes. Por último, el partido produjo un prodigio: la primera asistencia de Nick Young a Kobe Bryant en toda su carrera, después de tres temporadas en el equipo y 451 minutos compartiendo pista con el 24. Las cosas de estos Lakers…

Los Rockets cumplieron al ritmo de James Harden (30 puntos muy relajado y elogios a Kobe tras el partido) y Dwight Howard (18 puntos, 12 rebotes), cuyos duelos contra los Lakers ni siquiera tienen picante de puro deprimido que está su exequipo. 11+10 de Capela, 18 puntos de Thornton y el mejor partido de Motiejunas desde su regreso: 11 puntos. Otra buena señal para unos Rockets que van llegando a la temporada pero que siguen muy lejos. Aunque (aunque