Carmelo no arranca y culpa a los árbitros: "No sé hacer flopping..."

Si las cosas no van bien, no es lo más apetecible pasarse por Utah. A los Knicks les tocaba y salieron de Salt Lake City destrozados (106-85) en un partido en el que el marcador final fue generoso con ellos: 29-11 en el primer cuarto, 58-28 antes del cierre del segundo… en total, tres derrotas seguidas y un 10-13 que por ahora les deja lejos de sus sueños de playoffs. Los Jazz, todo lo contrario: 10-10 y séptimos del Oeste a pesar de la baja de Rudy Gobert. Sobreviviendo con su dureza a prueba de bombas… y desde luego de los Knicks. Entre Hayward (24 puntos, 5 asistencias) y un Favors con aroma ya claro a All Star (20 puntos y 8 rebotes en 28 minutos), los Jazz pasaron por la picadora a unos Knicks muy venidos a menos y en los que Derek Fisher ya plantea más cambios en el quinteto. Esta vez fue un día nefasto para todos, de Calderón (9 puntos, 2 asistencias) a Porzinigs, que se quedó en 4 puntos y 3 rebotes y que aseguró que la altitud de Salt Lake City le había afectado en su primera visita a la ciudad (terminó con 2/8 en tiros tras meter el primero que lanzó).

Y también fue un mal día para Carmelo Anthony: 12 puntos con 11 tiros (3/11) y sólo 3 rebotes. En los últimos seis partidos ha bajado su media a 16,3 puntos (en la temporada está en 21) y está tirando por debajo del 35%. Suene a excusa o no, ya antes del partido ante los Jazz se quejó de los arbitrajes que estaba sufriendo e incluso aseguró que su mujer, La La, le había echado una buena bronca por sus malos modos con una árbitro, Lauren Holtkamp: “Los árbitros me dicen que soy el jugador más difícil de arbitrar de toda la NBA. Que no saben dónde empieza el contacto. Pero yo busco la canasta y si hay contacto cuando penetro, es falta. Siempre me hacen falta y me acaba frustrando. Trabajas duro y no sacas tajada… y ves a otros jugadores contra los que te pitan falta, sean o no, en cuanto les tocas. Soy humano. No sé qué más hacer, no sé jugar de otra manera. Yo no se fingir, hacer flopping. No sabría aunque lo intentara. Me pegan pero sigo buscando la canasta porque soy fuerte y grande. A otros les pegan y se quedan parados. No sé si fingen pero desde luego su juego es menos físico que el mío”.