El Gran Canaria Arena sigue siendo un fortín

Pocos equipos de la ACB se sienten más cómodos en su casa que el Herbalife Gran Canaria. Esta mañana, ante el Río Natura, sanó sus heridas tras la paliza de Valencia ante un rival directo, que puede irse satisfecho, tal y como fue el partido, por perder de 15 puntos.

Fue de esos partidos que nos gustan a la mayoría de aficionados y periodistas el que vimos esta mañana en el Gran Canaria. Fuerte, intenso, de intercambio de canastas, acaso incómodo para los entrenadores. Rápidamente, el Herbalife se había puesto muy por encima tras un parcial a favor de 13-0, roto, cómo no, por Waczynski con el primero de sus cinco triples antes del descanso (13-7).

Bajo el imponente faro del alero polaco, el Obradoiro se agarró al duelo para, con un parcial de 2-10, meterse de lleno en la pelea (15-14). Fue entonces cuando Pozas se puso el traje de jugón y, con una canasta de superhéroe, puso a los suyos un punto por encima al final del primer cuarto, 17-18.

Ocurre que Eulis Báez es un tirador más que fiable desde el triple, y desde esta distancia inauguró el marcador tras este pequeño estío. De nuevo por medio de Pozas el Obra volvía a tomar la delantera, 20-24, hasta que un triple de Oliver (25-24) y dos taponazos de Savané a Pustovyi cambiaron por completo la dinámica del partido. De no ser por Waczynski, 19 puntos al descanso, daba la sensación de que el Gran Canaria, con Pangos anotando 10 solo en los segundos diez minutos, habría sentenciando el partido. El quinto triple del polaco redujo el primer +10 que tuvo el Herbalife (45-36), y el 48-41 fue hasta un buen resultado para el conjunto gallego teniendo en cuenta la escasa aportación del resto del equipo salvo Caloiaro, que también desde el triple evitó una nueva fuga amarilla (48-39).

Este evidencia se confirmó sobremanera en el segundo tiempo. Una vez esposado Waczynski, se acabó el Río Natura Monbus. El Herbalife seguía a lo suyo, y un triple de Pangos, 21 puntos en total, le volvía a dar a los suyos los 10 puntos de ventaja, 57-47. Acto seguido, Báez anotó desde idéntica distancia y obligó a Moncho Fernández a parar un partido que se le escapaba como agua entra las manos. El choque, descontrolado en uno y otro aro y de ritmo frenético, se le puso tan de cara al Gran Canaria que Savané cerró el tercer cuarto culminando un parcial de 10-0 y dejá dolo prácticamente sentenciado: 71-51.

Average

Siendo el Obradoiro un rival directo, el Herbalife descartó introducir a Seeley o Galdikas, cambiando rotaciones por conseguir la victoria más abultada posible. Entonces apareció de nuevo Waczynski, inédito hasta entonces tras el descanso, y por supuesto desde el triple le dio un poco de aire a los suyos, 85-70, teniendo en cuenta la tunda que se estaban llevando.

Al final, el equipo gallego puedo darse por contento perdiendo solo de 15 puntos. Mientras, el Gran Canaria vuelve a sentirse invencible ante su público a la espera del doble compromiso ante Alba Berlín y Real Madrid. Palabras mayores.