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NBA

Kobe Bryant lo hace oficial: esta será su última temporada

El escolta anuncia lo que se había convertido en un secreto a voces: su físico ya no da más de sí y se retirará al término de esta temporada, la vigésima para él en los Lakers.

Kobe Bryant lo hace oficial: esta será su última temporada
Thearon W. HendersonAFP

Fue a través de un tuit que comenzaba “Querido baloncesto…” y que enlazaba con una carta en The Players’ Tribune, ese espacio abierto para que los atletas profesionales se expresen y, de cuando en cuando, den noticias históricas: Kobe Bryant dejará el baloncesto, se va, al final de la presente temporada. Confirma (“Querido baloncesto…”) lo que era un secreto a voces en las últimas semanas, a medida que se había ido haciendo imposible de disimular que, después de veinte años al servicio de los Lakers, su cuerpo había dicho basta. Una sucesión de rumores que él no desmintió y la confirmación de que no se iría a Europa para una última aventura (si el cuerpo no da, no da) precedieron a esta carta que ya es historia del baloncesto: Kobe dejará de jugar al cierre de la temporada 2015-16. Así que si no media el milagro que haría que sus Lakers se metieran en playoffs (y no va a mediar) su último partido oficial será el 13 de abril, en el Staples y ante Utah Jazz. ¿El primero? El 3 de noviembre de 1996, también en su casa de L.A. y contra los Timberwolves.

Se va uno de los más grandes que han jugado a nuestro juego. Ya fuera peleando por un balón en una final de la NBA o tirando a canasta hasta pasada la medianoche en un gimnasio vacío, a Kobe le ha definido su amor incondicional al baloncesto”. Lo dijo el comisionado Adam Silver en cuanto se conoció la noticia. Un amor al baloncesto que ya no era correspondido por una mera pero evidente cuestión física. Lo explica el propio Kobe: “Esta temporada es todo lo que me queda por dar. Mi corazón y mi mente pueden con todo, pueden enfrentarse a cualquier cosa. Pero mi cuerpo ha comprendido que es el momento de decir adiós”.

El escrito de Kobe, en formato poema, se puede resumir con esa frase dedicada al baloncesto: me enamoré de ti.

Desde que empecé de niño a lanzar tiros imaginarios me enamoré de ti. Un amor tan profundo que ha hecho que te haya dado todo lo que tenía dentro. De mi mente y mi cuerpo a mi espíritu y mi alma (…). Lo di todo por ti porque eso es lo que se hace cuando algo te hace sentir tan vivo como tú me hacías sentir. Le diste a un niño de seis años el sueño de los Lakers y siempre te amaré por eso. Pero ya no puedo obsesionarme contigo (…). Y me siento bien. Estoy preparado para dejarte ir. Los dos saborearemos cada momento que hemos pasado juntos. Lo bueno y lo malo (…). Y los dos sabemos que haga lo que haga en el futuro siempre seré ese niño que soñaba apuntando mi balón a un cubo de basura como si sólo quedarán cinco segundos para el final de un partido imaginario. 5, 4, 3, 2, 1… Siempre te querré. Kobe”.

Se va el tercer máximo anotador de la historia

Kobe estaba siendo una sombra de sí mismo en este arranque de temporada después de jugar sólo 41 partidos entre las dos últimas. El peso de las lesiones... y de más 47000 minutos en Regular Season y otros más de 8500 en playoffs. Promedia 15,7 puntos, 4,1 rebotes y 3,4 asistencias con un históricamente pobre 31% en tiros, una cifra paupérrima para un jugador que sigue lanzando más de 16 veces por noche y que ha metido sólo 16 de los 82 triples que ha tirado en doce partidos.

Quizá ahora pueda realmente pasar página y comenzar a jugar sin más objetivo que dejar que crezcan los que deberían devolver a los Lakers al lugar en el que él (recogiendo el testigo de otras leyendas inmortales) les mantuvo: D’Angelo Russell, Julius Randle, Jordan Clarkson… Veremos si de ellos es el futuro ahora que Kobe se va a ir, se va a terminar definitivamente de ir. Y en su maleta, veinte años después de ponerse por primera vez la camiseta de los Lakers: cinco anillos, dos MVP de las Finales y uno de la Regular Season, 17 All Star, 4 MVP del All Star, 11 inclusiones en el Mejor Quinteto de la Temporada, 9 en el Mejor Quinteto Defensivo, dos galardones de Máximo Anotador de una Temporada y hasta un concurso de mates ganado (1997…) para el máximo anotador de la historia de los Lakers y el tercero de todos los tiempos sólo por detrás de Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone. Seguramente el segundo mejor escolta que jamás haya jugado al baloncesto, siempre persiguiendo la sombra inacabable de Michael Jordan, y uno de los mejores jugadores y más feroces competidores que ha conocido la NBA. Quedan apenas un puñado de noches para verle jugar. Cada una es ya una cita obligatoria: cuando se acabe la temporada 2015-16, se irá un mito único, una leyenda. De los Lakers y del baloncesto. Se irá, se terminará de ir, Kobe Bryant.