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GRIZZLIES 84 - WARRIORS 100

Marc (26), impotente ante Curry (28) y sus invictos Warriors (9-0)

Golden State iguala el mejor inicio histórico de la franquicia mientras que los Grizzlies suman su cuarta derrota consecutiva. Marc avisa: "Jugar duro no es suficiente".

Andre Iguodala y Stephen Curry, los mejores de los Warrios en Memphis.
Andre Iguodala y Stephen Curry, los mejores de los Warrios en Memphis.Nelson ChenaultUSA Today Sports

No perdieron de 50 puntos como la semana pasada, pero los Grizzlies volvieron a ser de nuevo superados de principio a fin (84-100) por unos Warriors que continúan sin conocer la derrota. Acumulan ya un 9-0 que les permite igualar el mejor inicio histórico de la franquicia, establecido en el curso 1960-61, cuando aún jugaban en Philadelphia. Y desde el equipo avisan: no tienen la menor intención de acabar con esta racha. "Estamos completando un gran año. No queremos perder de aquí a un tiempo", explica Klay Thompson. Es (demasiado) pronto aún, pero el 72-10 marcado los Bulls de Jordan en la temporada 1995-96 lleva camino de saltar por los aires.

Puede parecer una exageración, pero ¿alguien sabe cómo se puede vencer a este equipo? Si conocen la fórmula no se la guarden. Véndanla, se harán milonarios. Esta madrugada, los de la Bahía perdieron nada más y nada menos que 23 balones. Su peor marca del curso. Poco importa, ya que acabaron imponiéndose por 16 tantos y en la que hasta hace no mucho era una de las canchas más complicadas de la Liga. Pero luego hablaremos de Memphis y sus cuatro derrotas consecutivas. Sigamos dónde estábamos. En estos nueve primeros partidos, Golden State ha cometido en tres de ellos 20 o más pérdidas. Ha ganado cada uno de esos duelos por un mínimo de 15 puntos.

Claro que todo es más fácil si en tu equipo juega un señor (o marciano, como prefieran) llamado Stephen Curry. Ya estábamos tardando en nombrarle. Esta madrugada volvió a ser el mejor de su equipo para acabar con 28 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 5 robos. Pero, sobre todo, hay que destacar su tercer cuarto. Tras una salida fulgurante (15-26 al término del primer periodo con buzzer beater incluido de Bogut), los Grizzlies consiguieron maniatar algo el juego de los de Luke Walton (Steve Kerr sigue de baja) y zarpazo a zarpazo de Marc, en el segundo perido, y de Randolph, en el tercero, consigueron colocarse a una mínima distancia de un tanto. Con 56-57 en el marcador del FedExForum, empezó el show. Steph se puso la chistera y con ella llegó el festival de canastas, contraataques y triples imposibles (por favor, no dejen de verlos en el resumen). Un regalo de 3 minutos de duración que merece ser guardado para la posteridad. 14 puntos que pusieron tierra de por medio (63-74). Puro espectáculo. Puede que haya bajado el listón sobrehumano de los primeros días (esta noche se quedó en un 3/10 en triples), pero aun así está promediando 31,9 puntos, 5,8 pases de canasta, 5,3 capturas y 2,7 robos. Números que le acabarían otrogando su segundo MVP.

Restando los últimos 12 minutos la renta no era insalvable, pero para un equipo que adolece de unos problemas mayúsculos a la hora de anotar con su línea exterior la cosa se pone muy cuesta arriba. Marc Gasol (sus 26 puntos suponen la mejor marca personal de esta campaña) y Zach Randolph (19) echaron en falta algún que otro socio ante el horrible momento que atraviesa un Conley que parece una sombra de sí mismo. Todo lo contrario sucede en Golden State. Un bloque en el que todos suman. Esta madrugada les tocó a Harrison Barnes (19) y Andre Iguodala (20 para el MVP de las últimas Finales) asumir responsabilidades. Para cuando Curry regresó a la cancha para disputar los últimos minutos, el partido estaba ya acabdo (73-86).

Demasiado arsenal para Memphis. Y eso que, buscando señales para el optimismo, dejaron a los actuales campeones con su peor anotación del  curso: 100 puntos. La defensa vuelve, pero "jugar duro no es suficiente". Palabra de un Marc que ve cómo su equipo se hunde con un balance de 3-6. Quizá la tan ansiada y necesaria mejora llegue con un Mario Chalmers que presenció desde la grada el sufrimiento de sus nuevos compañeros ante un equipo mayúsculo: Golden State Warriors