San Emeterio decide ante sus ex
El alero cántabro empezó enchufado (8 puntos casi seguidos) y decidió en los minutos finales con una canasta, una asistencia y un rebote.
El Valencia Basket sumó su quinta victoria en la Liga Endesa y, con una amplia exhibición de recursos, se llevó el duelo de invictos ante el Laboral Kutxa, que fue a remolque, sobrado de voluntad pero con Darius Adams casi como única referencia ofensiva. Ambos equipos arrancaron con el mismo plan: que fueran los exteriores los que pusieran en marcha el motor. En su primer enfrentamiento ante su exequipo, San Emeterio castigó al Baskonia con ocho puntos casi seguidos y contrarrestó los que sumaron Adams y Causeur para los visitantes.
La aparición puntual de Planinic y Tillie desniveló la balanza para el Laboral Kutxa, pero en cuanto un incisivo Rafa Martínez activó a los pívots locales el escenario cambió y al conjunto alavés le costó seguir el ritmo, incluso tras la entrada de Ioanis Bourousis. Los locales se había hecho con el mando cuando una airada protesta de Velimir Perasovic, ovacionado en su regreso a la Fonteta, le costó una doble técnica y la descalificación. Su equipo se tambaleó unos instantes y el Valencia, que olió el desconcierto, se lanzó a degüello con Stefansson de ariete y con un par de triples abrió brecha.
Agustí Julbe, el ayudante de Perasovic, logró serenar a los suyos y el control del rebote le permitió evaporar los nueve puntos de renta con los que se habían hecho los locales (31-31, min. 15). De tanto acelerar, al Valencia le había entrado la ansiedad y Pedro Martínez tuvo que pedir un tiempo muerto para aclarar las ideas de su equipo. Abrió a sus pívots, que castigaron desde la línea de triple la poca movilidad de sus rivales, y recuperó a Rafa Martínez y San Emeterio para llegar con una trabajada renta al descanso (44-37, min. 20).
A los dos equipos les costó volver a ponerse en marcha en el tercer cuarto, pero el Baskonia supo exprimir un par de aciertos de Tillie y de Adams para ajustar el marcador y obligar a los locales a buscar un relevo en la dirección -entró Van Rossom por Vives- y a explotar al acertado Hamilton y a Rafa Martínez. Los visitantes se entregaron a Adams como ejecutor y, viendo que había anotado seis de sus primeros ocho triples, Julbe lo reconvirtió a escolta poniéndole a Mike James a su lado para dirigir. Incapaz de frenarlo, el Valencia Basket vio cómo su renta desapareció (59-60, min. 30).
El paso de los minutos desgastó a Adams, que se tuvo que refugiar en el banquillo para coger aire, y el Valencia lo aprovechó para activar a Dubljevic y a un inspirado Stefansson. Pero en defensa empezó a faltarle fuerza, sumó pronto cinco faltas y permitió que su rival se mantuviera en el partido con tiros libres (69-67, m.34)
Un par de acciones del atrevido James auparon al equipo alavés cuando sumar de uno en uno se había vuelto insuficiente y el choque se vio abocado a un final apretado (75-73, min. 38). En ese complicado escenario reapareció San Emeterio para, con una canasta, un rebote y una asistencia, abrir una nueva brecha.