Los Grizzlies olvidan la paliza de ayer con un Marc tocado

Reviven por segunda vez en una semana. Los Memphis Grizzlies (3-2) ya encontraron soluciones hace unos días para ganar bien en Indianapolis, después de haber perdido por 30 puntos en el FedEx contra los Cavaliers de LeBron James. Ayer, en una largometraje que muchos ya habíamos visto, los de Tennessee tiraron de las bases de su juego (machacar la pintura) para imponerse sin grandes problemas en la cancha de los Sacramento Kings, horas después de haber encajado la peor paliza de su historia (vs Warriors). Marc Gasol solo disputó la primera parte debido a unos espasmos en el cuello.

DeMarcus Cousins no jugó, el pívot de la franquicia de california está recuperándose de unas molestias en el tendón de alquiles y tampoco se vestirá de corto en la noche del miércoles, y el partido fue una fiesta en la pintura (muy necesaria) para los visitantes: 50-32 en la zona, como más les gusta a los de David Joerger. Además, sin su estrella, los Kings estuvieron muy perdidos en el ataque estático. Cousins tiene, como otros muchos grandes de la liga, una influencia capital en el juego de su equipo, por lo que sin su presencia, y con las dudas normales de un equipo que junta muchas piezas nuevas de un curso para otro (Belinelli, Rondo, Koufos, Cauley-Stein. Butler, Seth Curry...), los locales solo pudieron acertar un 39% de sus tiros contra la defensa visitante. Todo de cara para Memphis.

Con Gasol entre algodones (no jugó ni un minuto en la segunda parte, aunque la lesión no parece grave), fue Zach Randolph el encargado de liderar a los Grizzlies. El ala-pívot, que anotó dos canastas rápidas para empezar el tecer cuarto y subir a 14 la ventaja de los suyos, acabó el duelo con 20 puntos y 11 rebotes. También diron la talla Mike Conley y Courtney Lee desde el backcourt: ambos dejaron Sacramento con 14 puntos.

En los locales, que sumaron su tercera derrota de la temporada, los que más sumaron fueron Rudy Gay y Darren Collison. El alero se fue hasta los 19 puntos y el base aportó 18 más desde el banco. El poco acierto en los tiros fue la perdición de los Kings. Rajon Rondo, que venía de anotar 42 puntos en sus dos últimos partidos, se quedó en unos tristes cinco tantos, encontrando la red en dos de los 10 lanzamientos que intentó. Peor fue todavía el espectáculo que diron los de George Karl desde la línea de tiros libres: fallaron 14 veces desde la personal.

Los Kings tendrán ocasión de ajustar y minimizar errores esta noche en Phoenix (otra vez sin Cousins, parece) y los Grizzlies viajarán a Oregón para enfrentarse a los Blazers de la reconstrucción el jueves.