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HORNETS 92- HAWKS 94

Kemba Walker no evita que los Hawks tomen Charlotte

El base de los Hornets falló un tiro en el último segundo que habría llevado el partido a la prórroga. Su equipo aún no conoce la victoria esta temporada.

Kemba Walker.
Kemba Walker.STREETER LECKAAFP

Kemba Walker tendrá más tiros como el que falló ante los Atlanta Hawks en el último segundo. Tiros decisivos que diferencian a los buenos de los grandes, lanzamientos que llevan a tu equipo a la gloria si aciertas o al infierno si fallas. Esta noche el base erró, le tocó cruz y Charlotte cayó (92-94). Otro día saldrá el sol para él, pero este error sin tiempo condena a los Hornets a no conocer aún la victoria en este inicio de temporada. Tienen un balance 0-3 en que los de Georgia han sido los culpables de dos de esas derrotas. Ambas seguidas y la de este domingo por un trabajo de apisonadora en el último cuarto y con ese juego colectivo que tantas alegrías dip a los aficionados de los Hawks la pasada campaña.

Ya desde el final del primer cuarto, ocho jugadores del equipo de Budenholzer habían anotado para el 18-28. Al final del partido cuatro (Bazemore, Millsap, Al Horford y Teague) de ellos se fueron más allá de los 15 puntos. Diferencia agradable que se mantuvo a trompicones en el segundo (39-46) y que se evaporó en un tercer periodo por la inspiración de Batum. El francés no escatimó ni un gramo de su calidad en esos 12 minutos y con 13 puntos (16 al final) remontó el duelo (76-70).

El problema fue que todo el desgaste de los Hornets, en defensa y en ataque, para llegar hasta ahí se notó demasiado en el último cuarto. La gasolina se agotaba y se quedaron secos tras un triple de Lamb (muy atractiva e inspiradora su presencia sobre la cancha) en el minuto 9:22 que situaba a los Hawks cinco abajo (79-74). Desde ahí más de siete minutos sin acertar ante el aro rival. Tuvo que ser Walker el que con cuarto puntos (dos tiros libres y una canasta en juego) el que sacará a los suyos de ese bache y diera inicio a un intercambio de golpes desde el perímetro. Un juego en el que los de Budenholzer se sienten muy cómodos, a pesar del día aciago de Korver (0/4), con Millsap y Bazemore de protagonistas y replicados constantemente por Marvin Williams, que llegó a cinco al final del duelo, y que con dos en los instantes finales pusieron en bandeja esa oportunidad a Walker. Esta vez falló. Será difícil que quiera repetir esa sensación amarga.