El Herbalife Gran Canaria arrasa al Ludwigsburgo y ya es líder

Pocas dudan pueden quedar ya de los beneficios que le reporta al Herbalife Gran Canaria jugar la Eurocopa. A sus jugadores les gusta, le sirve de reclamo para fichar más y mejor y, además, no deja de ganar. Tras hacerlo la semana en Le Mans (74-79), esta noche puso en juego su liderato ante el Ludwigsburgo alemán, que bastante tuvo con aguantar dentro del partido hasta el descanso. Las sensaciones del equipo de Aíto, que repitió de nuevo cinco inicial (Pangos, Kuric, Newley, Báez, Omic por cuarta vez consecutiva), van a más cada día.

No solo parece el Ludwigsburgo, sino que además lo es, un equipo correoso con un juego de muchos contactos, marcado sin duda su estilo por el origen de sus jugadores afroamericanos. Sin embargo, fue un hermano continental, Eulis Báez, quien inaugurara el marcador desde el triple. Tanto percutía el alapívot dominicano que poco después le sacó dos faltas seguidas a un desquiciado O'Neale. En un carrusel de fallos en ambas cestas, un enceste lejano de Huff le dio el primer disgusto al Granca (5-11). No veía aro desde lejos el Herbalife; tanto es así que, antes de que Savané empatara a 13, solo habían anotado el mencionado Báez y el espartano Omic (8 puntos). Acto seguido, un triple de Rabaseda empujó a lo insulares cuesta abajo y sin frenos, pues cerró el primer acto con un parcial a su favor de 16-2 y con 8 puntos de ventaja en el marcador (23-15).

Parecía que el Granca rompería muy pronto el partido, pues empezó el segundo cuarto con un triple de Salin, quien metiera un tiro libre posterior para darle por primera vez al Herbalife los 10 puntos de ventaja (27-17) y lo que parecía una daga en el alma del Ludwigsburg. Nada de eso ocurrió, ya se sabe que los alemanes son de una fuerza mental extrema. No se tenían noticias de Sakur, MVP de la primera jornada, hasta el 2+1 que le dio aliento al equipo germano (27-20). Bien es cierto que los visitantes no terminaban de remontar, muy cerca estuvieron, y tampoco el Gran Canaria conseguía distanciarse definitivamente ni con los primeros puntos de un desparecido Kuric (triple para el 35-27). Desde idéntica distancia le dio el escolta norteamericano al Gran Canaria la primera renta superior a los 10 puntos (43-32), pero el Ludwigsburg llegaba al descanso con todo por decidir y mucho que pelear (43-35).

Pese a todo, el primer gancho al mentón tras el descanso lo soltó Kuric para, con la ayuda de Savané, comandar un pequeño parcial que obligó al tempranero tiempo muerto visitante (48-35). Llegó a tener picos muy altos de rendimiento el Gran Canaria en el segundo tiempo, y ventajas de lo más convincentes (56-39, 77-62, 90-73) ante un Ludwigsburgo que pareció salir de los vestuarios dando el partido por perdido. Poca historia hubo en el segunto tiempo, acaso el Granca se dedicó a manejar los tiempos a su antojo con un Salin desatado (4 triples, 17 puntos).

Y así, en un ir y venir de una canasta a otra, transcurrieron 20 minutos de placentero basket insular. Curiosamente, el 95-75 final fue la máxima diferencia a favor del Herbalife Gran Canaria, que sigue dominando en la Eurocopa.