El Dominion Bilbao decide ante el Andorra en el último cuarto

El Dominion Bilbao consiguió estrenarse con solidez en la Liga Endesa a costa de un irregular MoraBanc Andorra en un partido que se decidió con un apagón local en el inicio del último cuarto.

El equipo de Sito Alonso, más sólido que el de Joan Peñarroya, mandó casi todo el partido y decidió con oficio por 69 a 79.

El 7 a 2 con el que empezó un enérgico Andorra fue pronto contrarrestado por el perímetro del Bilbao, con triples que concedieron la iniciativa a los de Sito Alonso. Con las segundas unidades sobre la pista la brecha se abrió hasta los seis puntos, obligando al tiempo muerto de Peñarroya.

Al final del primer cuarto, 21 a 25 después de una transición rápida que culminó David Navarro para los locales.

Se resistían los dos equipos a ceder demasiado terreno y no aparecía el factor diferencial para decidir pronto el partido. Y les costó anotar a ambos equipos en el inicio del segundo acto, pero el Bilbao siguió sin dejar la iniciativa, ganando espacios interiores y abriendo el balón hacia el triple cuando las ayudas andorranas lo descubrían.

Por parte local era David Navarro el que sostenía a los suyos, ya fuese con tiro, ya fuese con penetración. Seis puntos separaban unos y otros en el descanso de un duelo de intensidad y defensas.

Un arranque local efectivo en el tercer cuarto permitió al Andorra empatar con un triple de Bogdanovic (43-43), pero Mumbrú devolvió la afrenta y Hannah corrió para el 43 a 48.

No permitía el equipo vasco que el Andorra cogiera la delantera pero nadie conseguía superioridad manifiesta y el último cuarto debía decidir. Aún así, un triple de Suárez sobre la bocina concedía cuatro puntos de margen al Bilbao, que tal y como avanzaba el partido debían tenerse en cuenta.

Un triple de Raúl López y una falta personal en ataque de Jones para empezar el periodo decisivo ponían más difíciles las cosas al Andorra. Carburaba más el Bilbao y las distancias se fueron a los doce puntos (56-68) ante un Andorra demasiado débil e impreciso.

Se ampliaron a los quince tras una técnica a Shermadini y a partir de ahí el Bilbao ya fue un seguro dueño hasta el final. El intento desesperado de reacción local no valió.