Los pasaportes complican la planificación del Real Madrid
Taylor llegará por Rivers y Slaughter no tiene plaza segura. Jaycee Carroll está a salvo porque disputó un preeuropeo con Azerbaiyán.
El pasaporte cotonú de KC Rivers ha frenado la continuidad del escolta, que estaba apalabrada cuando terminó la temporada. El equipo blanco cubrirá sus dos plazas para jugadores extracomunitarios con Gustavo Ayón y Trey Thompkins, fichaje estrella para la rotación interior.
El argentino Facundo Campazzo, todavía en trámites para obtener la nacionalidad italiana, saldrá cedido, y al equipo blanco le quedaban otros tres jugadores estadounidenses: KC Rivers, Marcus Slaughter (pasaportes cotonú) y Jaycee Carroll. Sólo el tercero tiene garantizada su continuidad. Rivers saldrá y la situación del pívot también ha quedado comprometida.
El CSD emitió en mayo un decreto para frenar los acuerdos para la obtención de pasaportes cotonú siempre que el jugador no pudiera acreditar vínculos personales o deportivos con el país en cuestión. Esto, que no gustó a los equipos porque va contra la legislación europea, no afecta a Carroll que además jugó un preeuropeo con su país de adopción, Azerbaiyán. Pero sí a Slaughter (Guinea Ecuatorial) y Rivers (Guinea Bissau). Como esta medida no se puede aplicar sobre contratos ya firmados, pone en jaque a Rivers si bien no debería influir en la situación de Slaughter, que renovó en 2014. Sin embargo, como jugó al final de la pasada temporada como extracomunitario, ya que el Real Madrid no quería correr riesgos, para recuperar ahora la condición de cotonú tendría que volver a hacer un papeleo en le que sí le afectaría el nuevo contrato. Si juega como extracomunitario, sólo podría disputar la Euroliga y podría hacer que el Madrid se planteara su salida. Otra opción sería hacer convocatorias: se puede cambiar un jugador por jornada hasta diez veces durante la temporada ACB.
KC Rivers podría ahora demandar al CSD si bien el Madrid prefiere no entrar en este tema y ha girado hacia el alero sueco Jeffery Taylor, que no seguirá jugando en la NBA y que desestimó una oferta del Maccabi para jugar de blanco (firmará por una temporada).
El baloncesto español, mientras, negocia tras el término de la pasada temporada un nuevo convenio de elegibilidad de jugadores en el que los clubes aspiran a obtener una tercera plaza de extracomunitario que, en el caso concreto del Real Madrid, podría solucionar la situación de Slaughter. Pero la asociación de jugadores (ABP) no ve por ahora con buenos ojos esta posibilidad.