Shane Lawal y el día en que creyó morir en Libia

En abril de 2011 Shane Lawal jugaba en el Al-Ahli Benghazi de Libia, y allí vivió los peores momentos de su vida porque solo pudo disputar tres encuentros porque tras el último, en Trípoli, estalló el conflicto armado entre los opositores a Muamar el Gadafi y los partidarios del coronel libio.

Bengasi fue una de las primeras ciudades en ser controladas por los opositores y los bombardeos en el aeropuerto le impidieron salir del país. Entonces, el club le pidió al pívot y a otro jugador estadounidense (Kingsley Oguchi, también de origen nigeriano) que permanecieran en su hotel.

Estuvieron diez días sin salir, sin teléfono ni internet y con problemas para conseguir comida hasta que trabajadores brasileños de una petrolera dijeron a los dos jugadores que si llegaban al puerto de Bengasi podrían salir en un barco del país.

"El equipo insistía en que no dejáramos el hotel, porque los combates seguían y nos podían confundir con los mercenarios africanos de Gadafi, pero nos decidimos y conseguimos un taxi para ir al puerto. Allí fue el momento de mi vida en el que pasé más miedo" reconocía Lawal.

Un buque de la armada inglesa les trasladó a Malta y desde allí Lawal pudo llegar a Egipto, después a Turquía y, posteriormente, a Nueva York y a su casa en Detroit.