La Selección se quitó los nervios del estreno ante Lituania. No fue ni un partido bonito ni con mucho acierto (31 de 79 en tiros de campo), pero al menos España comienza este Europeo como terminó el anterior: con victoria y con una canasta de su referente interior. De aquel tiro de Sancho Lyttle a siete segundo del final y que valió un oro pasamos a los dos primeros puntos en competición oficial de la nueva perla del básquet español: Astou Ndour. Suya fue la primera canasta y también la última; en total 22 puntos y 12 rebotes. No en vano fue la mejor actuación de una española en su debut desde Rocío Jiménez (30 tantos) en el Preeuropeo de 1978.

España se marchó pronto en el marcador. Una canasta de Silvia, que inauguraba el segundo cuarto, puso el +10 para las de Mondelo (15-5), que cerraron ese asalto casi doblando a su rival (28-15). Los triples, la principal amenaza báltica, no entraban y a pesar de que superaban en altura a las españolas, las chicas de Mondelo parecían crecer varios centímetros cada vez que saltaban a pista. La Selección dominó el rebote y, con su defensa, forzó muchos errores lituanos, que sólo metieron algo de miedo en el tercer cuarto, cuando empezaron a sumar de tres a tres. Del +20, obra de un triple de Laia Palau (41-21), se pasó en un abrir y cerrar de ojos a un +14 (41-27). Pero no era el día; el susto duró poco.

Los puntos de Anna Cruz y la insistencia de Ndour ampliaron la renta española en el último asalto, que siguió rondando los 20 puntos. Pero España ni era sólo Lyttle en el pasado, ni ahora es Ndour: ofrece mucho más. Alba Torrens, compañera inseparable de Lyttle en los cinco ideales de los campeonatos, hace fácil lo difícil y demostró por qué fue la mejor de Europa el pasado año: 18 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Además, Anna Cruz es un buen desatascador exterior —en una mala noche en tiros de tres (4 de 16), acabó con 3 de 5—, cuando las defensas se cierran, mientras que las Lauras —Nicholls y Gil— darán un plus en defensa, que permite a España volar. Desde ahí se forjó el triunfo en un partido sin brillo, pero que dejó una jugada de manual: robo de Nicholls, pase entre las piernas de Silvia a Torrens que asiste a Ndour que viene de tráiler. El tiqui-taca del básquet, como diría Lucas Mondelo. Tras el repaso a Lituania, el viernes toca jornada de descanso antes de que el sábado las internacionales vuelvan a la competición: ante Eslovaquia a las 16:30 (Teledeporte).