REAL MADRID 81 - VALENCIA BASKET 71
El Madrid golpea primero y Nocioni sigue imparable
El argentino ahogó la reacción del Valencia con once puntos sin fallo y dos tapones en el último cuarto. Llull, con 14 puntos y ocho rebotes, Rudy y Reyes, también importantes.
Se puede frenar a todos los jugadores de este Madrid durante algún tiempo, incluso se puede parar a varios los 40 minutos, pero no se puede anular a todos durante todo el partido. Eso es ley aquí y ahora, en la temporada y en estos playoffs. Quizá el Valencia Basket conociera la teoría, pero este jueves lo comprobó sobre el parqué. Lección práctica. Y quien dice jugadores habla también de la velocidad, de las rachas, del estilo… Y del carácter incontenible de Nocioni.
Llevaba tres faltas, incluida una técnica, y cero puntos cuando se puso cara a cara con el último cuarto. Torció el gesto y se fue a por él. Resultado: 11 puntos sin fallo (dos triples, una canasta y tres tiros libres), más dos tapones y un robo en ocho minutos. Otro MVP en la pechera, y el 1-0 en el marcador de la semifinal. El Chapu no se ha ido, sigue aquí tras la Final Four y quiere el triplete, o el póquer si añaden la Supercopa.
Los de Carles Duran trataron de ponerle el cascabel al ritmo blanco, pero se tropezaron en el intento durante el tramo final del segundo cuarto, bajo el mando regio de Sergio Rodríguez. El Chacho entró en pista antes de lo habitual por un problema de Llull en un pie, superable o pasajero por lo visto luego, y se puso al frente de los cuatro mosqueteros (ya los conocen: él mismo, Rudy, Reyes y Llull). El Valencia fue fuerte en instante crítico y siguió su libreto (“no defienden penetraciones, atacad”, les gritaba su entrenador); volvió hasta empatar a 48 tras un parcial de 2-12.
Laso intentó hacerle a Van Rossom y a Ribas (terminó tocado) la de Spanoulis. Dos contra uno en el perímetro para atascarles, para que tuvieran que precipitarse o deshacerse del balón. El equipo taronja, sin embargo, lo leyó bien, con calma, y encaró el aro, encontró espacios para la penetración y para asistir a los pívots. Así se nutrieron Lishchuk y Loncar (ojo a la rodilla izquierda, parece grave), también Dubljevic. Entre los tres agruparon 38 puntos.
Una defensa a la que le faltaba el sello de calidad. A veces lenta en la recuperación, otras sin chispa y en ocasiones descoordinada. Justo ahí mejoró el Madrid ya al final del tercer periodo con varias acciones de mérito de Reyes. Y luego continuó Slaughter la labor, más Sergio y Carroll aplicándose, y Nocioni, por supuesto, y un poco más tarde Maciulis, intendencia pura. Y Rudy, de nuevo sin tacto en el tiro, pero perfecto en casi todo lo demás. Embocó 18 puntos con 8 de 9 desde la personal, donde el Madrid sacó más ventaja (22 de 26 en total). A eso añádanle a Nocioni. El Madrid cumplió pronósticos, aunque al Valencia se le vio muy vivo. A ver Loncar y Ribas.