SELECCIÓN
Scariolo: “Tenemos derecho a cerrar un ciclo irrepetible”
Ha hecho dos veces a España campeona de Europa de baloncesto, además de firmar la plata olímpica en 2012. Scariolo visitó AS para explicar planes y claves en su regreso. España vs República Checa
—De repente, y cuando más nostalgia había de la plata de 2012 en Londres y de los oros continentales en 2009 y 11, regresa usted, Sergio Scariolo, seleccionador en aquellos podios, un poco como en busca del tiempo perdido, diría Proust. ¿Cómo se lo plantea?
—Es un reto y a mí me gustan los retos. Si hemos estado juntos en tiempos tan brillantes, tocaba estar de nuevo en una situación que, evidentemente, es tan complicada como la de ahora: obtener una de esas dos plazas olímpicas que se ponen en juego en el Eurobasket de este próximo septiembre, entre Berlín y Francia. Me apetece el reto.
—Lo primero que uno se pregunta es hasta dónde puede extenderse este ciclo de los ‘Júniors de Oro’ que tanto han ganado (y nos han ganado) desde aquel 1999...
—Ha sido un ciclo extraordinariamente largo. Y no es repetible. Tenemos grandes jugadores muy veteranos. Pero no pienso ahora en una reinvención o revolución. Somos nosotros mismos los que tenemos derecho a cerrar ese ciclo. No tenemos por qué dispararnos en el pie. Además...
—Además...
—Esas reinvenciones o revoluciones cabe iniciarlas, pienso, en la apertura de un ciclo olímpico. Ese sería el momento. Y el ciclo actual, el que termina en Río de Janeiro, está vencido de la mitad hacia arriba, le queda poco más de un año.
—Se supone que Sergio Scariolo cuenta con las bendiciones de los pesos pesados del equipo: de hecho, el propio Pau Gasol le ha calificado públicamente como ‘idóneo’. Y eso es algo. ¿ O no?
—Esa es una opinión estimulante y que toca agradecer, pero solo es una opinión. Nosotros, en la Federación Española, tenemos abierto nuestro proceso de trabajo. Hace poco estuve cenando con Tony Parker, que quiere ganar a toda costa este Eurobasket en su propio país, Francia, y en efecto, el compromiso del líder es algo fundamental. Vamos a ver cada circunstancia.
—¿Puede explicar ese proceso de trabajo sobre todo en lo concerniente a los jugadores de la NBA?
—Se ha mantenido una relación directa y constante con ellos a través de Jorge Garbajosa, el jugador que más tiempo he tenido a mis órdenes, y cuya transición a directivo viene siendo brillante. Me impacta. Les vamos a dejar tiempo suficiente para que reposen tras el final de temporada. Pronto, la Federación se dirigirá a los jugadores para conocer su disponibilidad, siempre dentro de una posición de máximo respeto. Y, como me dice Ángel Palmi, sin incurrir en el pecado de ansiedad o curiosidad.
—La gente se pregunta por la elección entre Serge Ibaka o Nikola Mirotic...
—Es una elección que, desafortunadamente, hay que seguir haciendo. Se intentó cambiar la normativa, pero no ha habido cambios y dudo de que los vaya a haber. Y, como digo, primero se les preguntará directamente a cada uno de ellos por su estado físico y su grado de motivación.
—En general, parece que el calendario de la NBA pesa cada vez más. Y ahí está el caso de Ricky Rubio, que se queda recuperándose con su club, los Timberwolves...
—Los directivos de la NBA son muy racionales para intentar defender sus intereses. Normalmente, no entran si se trata de jugadores jóvenes y sanos o de los muy veteranos, como ya lo son Pau y Marc Gasol. A ellos nadie les va a decir lo que tienen que hacer. Les pueden dar opiniones, solo eso. En el caso de Ricky, es evidente que Minnesota ha hecho una inversión y que, por problemas de lesiones, él se ha perdido bastantes partidos en los últimos dos o tres años. Y es una situación que allí les preocupa, a todos, obviamente. Dentro de la misma NBA, los propietarios, con toda su fuerza de grupo (Board of Governors), no cesan de presionar para que EE UU acuda a los torneos internacionales con jugadores de 21 o 22 años: más o menos, lo que sí cabe en el fútbol con los Juegos Olímpicos.
—¿Y con los jugadores y clubes nacionales, cómo están las relaciones? Viene un nuevo y problemático calendario...
—No estamos en el Medioevo, pero las leyes dicen que ni un jugador ni un club nacional pueden negarse a que ese jugador vaya a la Selección. El baloncesto de Italia ha sufrido una grave crisis de la que ahora está saliendo, pero allí no les tembló la mano para suspender a Daniel Hackett por seis meses... y eso que solo había abandonado la concentración. Nosotros siempre preferimos buscar un punto de encuentro y evitar cualquier tipo de daño colateral: sobre todo, reducir el riesgo de lesión importante.
—No hemos tenido en España una crisis tan grave como esa que hubo en Italia. ¿Es así?
—En Italia hay una clase directiva francamente floja y se dejó de trabajar con las canteras porque se aprobaron leyes contraproducentes. En España no se ha dejado de trabajar la cantera: aunque hay problemas, claro.
—Enumere problemas, con vistas a ese relevo que ha de venir: Pau Gasol cumple 35 años, como los de su generación. Parece que, sin Ricky ni Calderón, ahora se necesitan bases como el comer...
—En general, nos falta gente que haya jugado al máximo nivel, en los grandes escenarios. Es cierto, como decía, que tenemos esos jugadores muy veteranos, esa generación que no es repetible... pero también hemos de partir de la base de que, según los dos últimos campeonatos, al menos tenemos a dos equipos por delante en Europa: ahora son Francia y Serbia. De momento, Serbia ya se concentra el 15 de julio, mire. En cuanto a los bases, habrá que buscar gente, es cierto, pero también Llull puede jugar de base la mayoría del tiempo. Más minutos de base que de escolta...
—¿Puede añadirse a los problemas el calendario ACB?
—El formato es complicado de cuadrar. Se lleva mucho tiempo dando vueltas. Y...
—¿Ya sabe lo que pasó aquella noche aciaga con Francia, en la Copa del Mundo?
—Lo vi en una posición distinta de la que ahora estoy. He hablado sobre eso con los jugadores y hemos localizado unos puntos concretos, muy claros. También hablé con Orenga, que nos sigue ayudando en el contacto con los jugadores.
—Y, ¿más allá de 2016?
—Será complicado. Habrá que ajustarse. Pero ahora toca buscar la clasificación para los Juegos de Río y terminar ciclo de la forma más brillante y positiva. Con solo esas dos plazas, más la eventual repesca del Preolímpico, es tan complicado... que toda nuestra energía debe estar puesta en ello.