LABORAL KUTXA 94 - REAL MADRID 81
El Baskonia le hace el pasillo al Madrid y después le gana
El equipo vitoriano logra plaza para el playoff tras derrotar al campeón de Europa en un festival de triples de ambos equipos: 32 con 8 de Rudy y 7 de San Emeterio.
Los títulos son como la comida: cocinar, digerir y vuelta a empezar. Al Madrid el partido de Vitoria, aplazado por la Final Four, le tocó en la fase de celebración/digestión tras el opíparo banquete de la Euroliga. Y tardará todavía unos días en culminar el proceso (Llull, Reyes y Ayón se quedaron en casa). Hace bien, no todos los años se gana una Copa de Europa. A veces, hasta pasan veinte. Y hace bien porque ha llegado hasta aquí con los deberes hechos y corregidos, con el primer puesto asegurado matemáticamente. Acabará líder y se medirá al octavo clasificado, que aún puede ser el Laboral Kutxa.
Los de Ibon Navarro obtienen con este triunfo su billete para el playoff (el CAI Zaragoza se queda fuera de los ocho primeros puestos, ya decididos, aunque falta concretar el orden del segundo al octavo).
Resultó un día de homenajes. Para empezar, pasillo de los locales al Madrid por su novena Euroliga. Escuchamos silbidos y vimos algún gesto feo desde la grada, pero también hubo aplausos cariñosos a Laso y a Nocioni, dos hombres clave en la historia baskonista. Luego, en el descanso, tiempo para recordar el primer trofeo del club vitoriano: la Copa Asociación de 1985, éxito en el que ya participaron entonces un joven Laso (apenas 17 años) y el presidente Josean Querejeta (30 puntos aquel día).
Y como era un día festivo, los dos equipos respondieron con más ataque que defensa, con un juego fluido que se concretó en una catarata de triples: 32 entre ambos (17 del Madrid, que solo anotó 11 canastas de dos y atrapó 12 rebotes menos ante la ausencia de sus dos pívots titulares). Luka Doncic, joya de la cantera blanca, estuvo en pista cinco minutos para cerrar el segundo cuarto (2 puntos y 2 rebotes), aunque fueron Rudy y San Emeterio quienes mejor representaron el duelo al sol desde la línea de tres (Scariolo sonríe). 8 de 11 y 7 de 10, respectivamente, para calcar puntos (26) y valoración (27). San Emeterio, sin embargo, tuvo más ayuda y el Baskonia más intensidad porque se la jugaba. Aun así, los blancos se pusieron a tiro de seis en el último cuarto (73-67). Un 2+1 de Begic abrió otra brecha, la definitiva. Premio local mientras el Madrid sigue feliz. La gloria no se digiere en un día.