BARCELONA 80-DOMINION BILBAO 73
El Barcelona acecha al Unicaja
El equipo de Pascual puso rumbo al triunfo en el primer cuarto y después jugó un partido de claros y oscuros. Pero ganó con autoridad. Funcionarial regreso de Todorovic al Palau.
Mirando a la segunda plaza, el Barcelona aseguró la tercera (desde la que fue campeón la temporada pasada) y se aseguró también el órdago ante el Unicaja en el Carpena por el factor cancha en una hipotética semifinal. Tendrá que jugar por lo tanto sin rastro de una melancolía que seguramente sentirá. O debería: será, el próximo domingo, en el mismo día de la final de la Euroliga. Desde que le expulsó del paraíso el Olympiacos, ha jugado cuatro partidos y los ha ganado todos. Tres, eso sí, en el Palau y ante rivales que le derrotaron en la primera vuelta, en esa terrible crisis a domicilio que le sobrevino en diciembre. En los cuatro promedia más de 84 puntos y aunque esas pequeñas escaramuzas no le están quitando la amargura, sí han calmado los ánimos lo suficiente como para ir pensando en los playoffs de la ACB. La vida sigue, claro.
El Dominion Bilbao llevó al Palau con medio equipo entre algodones y con Marko Todorovic en la carrera por el MVP. Ante Xavi Pascual, con el que no parece tener unas ganas enormes de reunirse la próxima temporada, jugó un partido tan correcto como funcionarial: 11 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 20 de valoración. Muy incómodo ante Tomic y mucho más feliz, claro, contra Pleiss, jugó bien y demostró que está para ayudar a un equipo de nivel Euroliga… aunque quizá debería replantearse el salto a la NBA con el que flirtea. O como mínimo, pensárselo con calma. Por lo demás, la mejor noticia para el equipo vasco fue que Álex Mumbrú superó los 6.000 puntos en una Liga Endesa en la que le queda remar para asegurar la cuarta plaza y, otra vez, el factor cancha. En su caso, en primera ronda. El Valencia aprieta.
El partido del Barcelona fue cuesta debajo desde un excelente primer cuarto (30-17) en el que firmó un 6/7 en triples ante un gélido Bilbao que perdió 7 balones (sólo 5 más en los tres siguientes cuartos). Abrines y el mejor Huertas de los últimos meses (también asomó ante el Estudiantes) lanzaron a un muy buen Barça que, como tantas otras veces, desapareció después y se pasó el partido yendo y viniendo con esa inconsistencia que le ha perseguido desde el inicio de curso. Un pecado ante rivales de su mismo nivel y un incordio ante casi cualquiera fuera del Palau… pero un asunto menor ante un Bilbao con el que intercambió golpes después en una dinámica que le fue alejando progresivamente: del 43-42 en el arranque del tercer cuarto a un 58-47 y de ahí al 69-52, ya definitivo aunque el Bilbao puso maquillaje hasta el -7 final. Colom jugó uno de sus tremendos partidos silenciosos y la vieja guardia Raúl López-Mumbrú tiró del carro ante la timidez inicial de Todorovic, la irregularidad de Andjusic y la efervescencia con poco recorrido de Latavious Williams.
El Barcelona, con Hezonja descartado, dio la sensación de abrir brecha cada vez que pisó mínimamente el acelerador. Con rotaciones raras de Pascual, que no hizo coincidir algunos momentos de ánimo y forma con el reparto de minutos, esta vez les fue mal a algunos a los que últimamente les había ido bien: Thomas no dio una, Jackson apenas jugó y Pleiss tuvo uno de esos días en los que su lenguaje corporal parece gritar a los cuatro vientos ay Dios mío. En cambio, Oleson estuvo mejor que en anteriores partidos y Navarro jugó sus primeros minutos tras lo del Olympiacos. Huertas pasó demasiado tiempo en el banquillo tras su buen inicio y los más constantes fueron, otra vez, Satoransky y Ante Tomic.