NETS 120 - HAWKS 115 (2-2)
El 'efecto' Deron Williams (35) sorprende a los Hawks
El base alcanzó su récord personal de anotación en playoffs en un partido que se decidió en la prórroga con tres fallos seguidos en el triple de Korver.
El mundo decidió girar en dirección contraria en el partido entre los Brooklyn Nets y los Atlanta Hawks (120-115). No hay mucha lógica en lo vivido en el Barclays Center entre el octavo y el primero clasificado de la Conferencia Este. Nada normal cuando el papel de héroe recae en Deron Williams cuya serie estaba siendo para olvidar (13, 2 y 3 puntos en los tres encuentros previos) al igual que sus últimas temporadas, pero de vez en cuando, saca aquella calidad que le llevó a ser uno de los mejores de la Liga. Pentró, dirigió y lanzó sin miedo los 45 minutos que estuvo en cancha y, lo que es más importante, con síntomas de grandeza ya olvidadas. El base alcanzó los 35 puntos, el récord de su carrera en unos playoffs, y llevó a los Nets a igualar una serie (2-2) imposible. Nadie les consideraba rivales para los de Atlanta. Pero ahí están. Vivos y con moral, mucha moral.
El equipo de Hollins resistió los primero embates de unos Hawks enrabietas por su mal tercer encuentro en ese mismo escenario. La presión defensiva volvía a ser la de la Temporada Regular al igual que el acierto desde el perímetro (4/4 en ese inicio), aunque no así el movimiento de balón, fluído y rápido, pero no controlado (7 pérdidas en los iniciales 12 minutos). Williams, por su parte, dio las primeras pistas de su intención en el encuentro (3/4 en triples), llevando a los neoyorquinos a ventajas (21-14, minuto 4) impensables hace un mes.
Budenholzer, atónito ante la partida que se estaba jugando, rotaba a sus hombres con la esperanza de encontrar a su Deron Williams particular y DeMarre Carroll decidió dar el paso. 20 puntos al finalizar el duelo, 15 de ellos en ese primer periodo, para poner un órden efímero al descanso (45-51). Pero la realidad estaba caprichosa y dejaba a los Nets sobrevivir a una intercambio de golpes genial al comienzo de la segunda parte. Durante minutos todo lo que se lanzaba a canasta, acababa dentro: cerca del aro, a media distancia y de tres. Daba igual. El aro estaba tragón y dejaba el desenlace para un final (74-82) que Deron Williams hizo suyo.
El base apretó fuerte los puños y anotó 16 puntos en el último cuarto, dando la vuelta al marcador con dos triples, uno de ellos imposible (93-88), y la sensación de ser importante una vez más. Pero toda acción desencadena una reacción igual y contraria: siete puntos de Teague (20 al final) y 2 de Millsap (16)y ya teníamos la primera prórroga de esta serie (104-104).
En el tiempo extra, otro de los grandes misterios, el definitivo para entender la victoria de unos Nets que perdieron estrepitosamente en la lucha por el rebote (40-55). Korver, el hombre triple (49% durante esta campaña), erró tres lanzamientos desde el perímetro seguidos, cuando en su mano estaba llevar el duelo a la segunda prórroga (116-113). Una y otra vez, el balón caía en sus manos tras la victoria en el rebote de Carroll, pero no entraba. Era sorprendente. Inaudito. Los dioses del baloncesto no le concedieron sus bendiciones en esos tiros, estaban decididos en dar otra oportunidad a los Nets y a Deron Williams. Puede que en Atlanta, en el quinto, decidan compensarle esta afrenta, aunque parecen haberle cogido cariño a otro...