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CAI ZARAGOZA 67 - BARCELONA 103

El Barcelona se lame las heridas

Sin Navarro ni Oleson y con Thomas y Edwin Jackson como líderes en ataque, el Barcelona destroza a un demasiado blando CAI con una excelente segunda parte (23-52).

El Barcelona se lame las heridas
ACB PHOTO

A nivel clasificatorio, que es lo importante en la recta final de la fase regular, la derrota complica la lucha por el playoff del CAI, que queda en el 50% de victorias (15-15), y la victoria casi asegura la tercera plaza al Barcelona tras la derrota del Bilbao en Madrid. A nivel emocional, el equipo maño volvió a parecer el bloque aseado pero no demasiado combativo de otras veces (2-5 desde su heroica victoria en Valencia) y el catalán evitó un patinazo que hubiera subido varios grados la temperatura de un horno que el Olympiacos dejó al borde de la sobrecarga. Un poco de paz nunca viene mal, aunque sea para sobrellevar algo mejor la resaca. Porque además conviene recordar que ver al Barça tan dominador fuera del Palau resulta casi exótico esta temporada: 8-8 ahora en 16 partidos.

Lo mejor del Barcelona fue que mostró una imagen saludable. Salió a pista y jugó, sin expresar demasiados enredos emocionales, y además jugó muy bien. Para alimentar los debates (estos partidos postraumáticos siempre tienen ese peligro, para lo bueno y para lo malo), el flujo de ataque fue excepcional sin Oleson y sin Navarro. El lavado de cara, a priori una cuestión de energía física pero finalmente mucho más, incluyó como líderes a Edwin Jackson (4 minutos en toda la serie ante el Olympiacos) y a DeShaun Thomas (apenas 16 minutos en esos cuartos). No se trata de ser ventajista ni de equilibrar los partidos de El Pireo con el del Príncipe Felipe. Sólo de constatar una vez más los corrimientos de tierra que se han dado durante toda la temporada en el reparto de minutos y roles de Xavi Pascual, que parece muchas veces más movido por la necesidad que por la convicción. Como si el traje de este año, aunque muy caro y muy atractivo a la vista, no le sentara muy bien. O no se encontrara entre su tipo de prenda favorita.

Thomas sacó del Barcelona de cualquier atisbo de duda o melancolía en un excelente primer tiempo (17 de sus 22 puntos, tres triples sin fallo). Jackson contribuyó con 10 en el segundo y terminó con 13 y 6 asistencias. Entre los dos, 35 puntos, 7 asistencias, 5/5 en triples y 39 de valoración. Más cómodos, y ahí está el enredo, tomando protagonismo y siendo agresivos como opciones importantes en el ataque. Al Barcelona sólo le molestó en el primer cuarto Goulding (7 puntos para 19 totales). Pero no había abierto más brecha ya al descanso (44-51) porque el CAI cogió 8 rebotes de ataque en el segundo cuarto. Eso le permitió hacer la goma hasta que se despeñó en el tercer parcial: 8-28 de parcial (52-79), 1-37 en valoración y apenas 2/12 en tiros de campo por 4 pérdidas para los maños. Para ese minuto 30, el Barcelona estaba en un 60% en tiros de dos, un 60% en triples (9/15) y un 100% en tiros libres. No había partido porque no habían aparecido ni Norel, ni Robinson ni un Jelovac que hizo números de puntillas.

El Barcelona tocó techo cerca del final y ya con Hakanson en pista: 65-103 de máxima con la valoración para entonces en 55-127. Doellman entró en calor en la segunda parte y Satoransky volvió a ser mucho más influyente en el juego que Huertas. El CAI no tuvo respuesta para las torres del Barcelona, con un correcto Pleiss jugando más que un Tomic que se fue a 21 de valoración en 17 minutos. Hasta Abrines y Hezonja cogieron un poco de tono después de ser de los que más tardaron en entrar en la buena dinámica del equipo en una mañana de lo más plácida. Seguramente, lo mejor que le podía haber pasado tras la tormenta de la Paz y la Amistad y a menos de tres semanas de ver la Final Four por televisión. Queda la Liga y ese mantra funcionó la temporada pasada. A ver esta.