Los Atlanta Hawks se apegan al sufrimiento ante los Nets

Todo es raro en esta serie entre los Atlanta Hawks y los Brooklyn Nets. E igual de raro fue el partido de esta madrugada entre ambos. Los de Georgia vencieron (96-91), pero no convencieron. Se apegaron al sufrimiento, a ser un colectivo pasivo que rezaba para llevarse el encuentro. No tuvieron el control de su destino en los últimos segundos y eso no es normal en el primer equipo de la Conferencia Este, el segundo de la NBA esta temporada. Deron Williams tuvo, como en el primer partido de esta primera eliminatoria de los playoffs por el título, balón para cambiar el rumbo del partido. Con 10 segundos para terminar el duelo y 93-91, recibió un balón en la esquina izquierda. No dudó en hacer volar a Kent Bazemore, se quedó solo, lanzó. Su tiro giro en el aro para finalmente salirse de él. Adiós a la prórroga, adiós al asalto de Georgia. 2-0. Aunque quedan otras batallas. Al menos dos y esta vez en Brooklyn, donde el público del Barclays Center puede dar ese plus de suerte a los de Hollins.

Ese fue el final. Sufrido y angustioso para un público en Atlanta que según pasaban las horas, recibía buenas noticias. En primer lugar, Mike Budenholzer, el héroe de toda esta situación histórica de los Hawks, recibió el premio a Mejor Entrenador del Año en la NBA. El pupilo de Gregg Popovich se lo ha merecido. Ha hecho algo increíble en una franquicia que estaba más cerca de ser histórica, que nuevamente grande. En segundo lugar, las informaciones sobre la compra-venta de la franquicia a un grupo inversor liderado por el multimillonario Antony Ressler, con Grant Hill entre los inversores, por una cantidad alrededor de los 850 millones de dólares, se hicieron reales. "Nos sentimos honrados y encantados de haber sido elegidos para convertirnos en los nuevos administradores de los Hawks", comunicó un Ressler que no acudió al encuentro. Ya tendrá tiempo para hacerlo y quién sabe si será en rondas mucho más elevadas de la lucha por el título.

Y en tercer lugar, el regreso en condiciones de Millsap y Al Horford. El primero se deshizo de su protector del hombro derecho (sufrió un esguince en esa parte del cuerpo que le hizo perderse los últimos cinco encuentro del final de temporada regular) que le restringía el movimiento a la hora de lanzar. El cambio se notó. Anotó 7/11 para concluir con 19 puntos. Algo semejante le ocurrió al dominicano. Dolorido del dedo meñique de la mano derecha (lesión producida en el primer partido) fue autor de 14 puntos y 13 rebotes. Nada mal para estar tocados. Y fundamentales (más los 17 tantos de Korver y 16 de Teague) para llevarse un duelo donde volvió a tener minutos Mirza Teletovic tras tres meses de parón por unos coágulos en el pulmón.

Pero a pesar de tan buenas noticias, los Hawks no tuvieron un día campestre por la perdida en el control del rebote, que está a un paso de ser una sangría intolerable: 49-41 para los de la Gran Manzana en este encuentro, para un total en la serie 96-80. Ya saben lo que se dice: "Quien controla los tableros, gana el partido". La bala pasa cerca, pero todavía no ha acertado. Suerte para los Hawks. Además, el 39% de acierto en tiros de campo tampoco ayuda a dar seguridad. Por ello, Brook López (20 puntos, máximo anotador del partido) y los suyos cercaron a los Nets en los últimos instantes. 90-89 señalaba el marcador con dos minutos por jugar y 93-91 cuando Deron Williams falló ese tiro imposible. Pero todo eso ya da igual. Estamos 2-0 y los Hawks avanzan un paso más en este campo minado que son los playoffs.