El Valencia se da un festín: 17 triples, a tres del récord

Números y más números: 109 puntos, 17 triples (récord del equipo) y un palizón de 23. El Valencia se dio un empacho de anotación y de canastas de tres (hasta nueve jugadores locales anotaron desde los 6,75), para salir de la depresión en la que parece que andaba desde que cayó en la Eurocopa. El Gipuzkoa es presa fácil y encima ha tenido que dejar marchar a Dean, uno de sus sostenes ofensivos, por andar muy justo para cuadrar el presupuesto. Entre los dos equipos firmaron 30 supercanastas. Los taronja igualaron el récord en un cuarto, en poder del Barça desde el año pasado: ocho canastas desde más allá de la línea de tres. ¡Sobre nueve intentos! Y se quedaron a tres del tope absoluto. Hasta seis jugadores distintos acertaron por detrás del arco en los diez minutos iniciales: Rafa Martínez, Harangody, Sato, Van Rossom y Dubljevic, que empezó desatado. El pívot montenegrino embocó el tercero en seis minutos, cuando el marcador iba por un claro 19-9 y su equipo lo bordaba en esa faceta lejana: 5/6.

La fiesta no cesó en la Fonteta. Y se acentuó unos instantes con Lishchuk, que llegó a Valencia en el verano de 2009 procedente el Mariupol de su Ucrania natal y sólo es superado en partidos por el capitán, Rafa Martínez. El pasado fin de semana igualó a Florent Pietrus (254), como el segundo extranjero con más presencia en la historia de la estructura taronja, y ante el Gipuzkoa le superó, a la espera de alcanzar al legendario Bernard Hopkins que ostenta el récord en 285.

Estaba tan acostumbrado a anotar con francotiradores el Valencia, que las canastas de dos se le iban al contenedor de reciclaje. Lucic tenía un contraataque muy claro, el más fácil posible, y dudó entre una bandeja y un mate, así que hizo algo cómico: la lanzó al cristal sin sentido, y sin oponente en varios metros a la redonda. ¿Para qué tirar de dos si estás iluminado en el triple? El partido era sonrojante para los guipuzcoanos: 40-18. Jordi Grimau, el mejor, y Hanley cortaron la hemorragia con un par de minutos de inspiración: 45-30. Quitando a ambos, sólo Jordan dio un poco de guerra. Van Rossom parecía Magic y hasta hubo opción de ver al chaval Pablo Pérez.