SEVILLA 83 - BASKONIA 91
Un brillante Causeur apaga el ímpetu del Baloncesto Sevilla
Los 25 puntos del francés y un gran San Emeterio bastan al Baskonia para vencer a los de Luis Casimiro, lastrados por un primer cuarto para el olvido.
El Baskonia impuso su mayor fuerza para derrotar a un combativo Baloncesto Sevilla que sólo fue capaz de competir tras el descanso (83-91). Los vitorianos, eliminados esta semana de la Euroliga, apretaron sus garras desde el arranque para dejar claro quién era el favorito en San Pablo.
El Baloncesto Sevilla realizó un primer cuarto para el olvido. Ni defendió ni pretendió impedir que el Baskonia tomara enormes diferencias merced a su acierto. Los números fueron claros más allá de las intenciones de cada contendiente: 7 de 8 en tiros de dos y 6 de 8 en triples en el arranque para un Baskonia que se había despedido de la Euroliga esta semana con un encuentro mediocre ante el Unicaja. Sólo Penney salvaba los muebles de los locales ante un ambientado pabellón San Pablo.
Causeur y San Emeterio causaron un daño casi irreparable con sus aciertos en los lanzamientos. Ni Hernangómez ni Porzingis lograban entrar demasiado en juego al tiempo que el 21-35 del primer cuarto dejaba casi sentenciado a un equipo sevillano con las alas caídas y ante la desesperación de Luis Casimiro.
El segundo cuarto también fue para los vitorianos. Los locales no demostraban estar jugándose la vida y Byars sólo aparecía con chispazos que bastaban para que el Baskonia no se escapara. Darius Adams entró en escena para frenar el ímpetu de un renacido Sevilla: las esperanzas locales chocaban una y otra vez contra el muro fabricado por Ibon Navarro.
Tras el descanso, funcionó la dialéctica de Casimiro. Variaron las intenciones y sobre todo la concentración en los locales. La gran diferencia del Baskonia (39-56) condicionaba la confianza de los visitantes, que frenaron su ritmo y posibilitaron que los sevillanos se agarraran a un hilo de esperanza que parecía inexistente. Penney agitó su brazo para machacar a base de triples a su rival, que tuvo menos presencia de San Emeterio en el juego y que no consiguió frenar la apuesta de los locales por la velocidad de juego. Hernangómez y Pierre Oriola se asociaron con más acierto y la actitud parecía otra. El Baskonia miraba el marcador y el tercer cuarto dejó el duelo en tres puntos de diferencia. El acierto local había convertido un 53-65 en un 63-65 con un parcial 10-0 demoledor.
San Pablo soñó y el Baskonia tembló. Penney siguió a lo suyo y los vitorianos se entregaron al buen hacer de San Emeterio. Cuando a falta de pocos segundos los sevillanos se colocaron a cinco puntos y presionaron al rival, San Emeterio calmó el partido y decidió que el triunfo saldría de Sevilla. Byars no acertó en su intento de dar un último cartucho a los de Casimiro y el sufrimiento por la zona baja se alarga. Enfrente, la sonrisa que se había perdido en la Euroliga puede volar de nuevo a Vitoria para acrecentar una esperanza de mantenerse entre los mejores de esta ACB.