WIZARDS 91-ROCKETS 99
Los Rockets cazan a los Grizzlies
El mal momento de los Wizards allana el camino a unos Rockets que no mostraron su mejor cara pero que ganaron, suman 50 victorias u superan a los Grizzlies en el Oeste.
La temporada del oso se ha abierto en Texas: los Rockets ganaron en Washington y alcanzan a los Grizzlies en la pelea por el segundo puesto del Oeste. Parecía difícil pero el 11-10 de los de Tennessee en sus últimos 21 partidos (desde el All Star y uno más) ha allanado el camino para que la barba de Harden se asiente en una pelea que vale, entre otras cosas, evitar a los Warriors y su terrorífica perfección hasta una hipotética final de Conferencia.
Objetivo cumplido para los Rockets en un partido poco brillante pero que formula la capacidad competitiva que tienen esta temporada y que no tenían la pasada. Son más profundos, más duros y más colectivos. Defienden mucho mejor, tienen a un Harden mucho mejor (tal cosa era posible) y están ganando partidos a pesar de los pesares. A pesar de las lesiones: Howard juega todavía con restricción de minutos (20 como máximo) y ahora no están ni Beverley ni Jones ni Motiejunas. Una cuestión de profundidad: de Josh Smith y Corey Brewer a un Prigioni que aportó sabiduría en el último cuarto y un rookie como Nick Johnson aplicándose en defensa sobre John Wall.
Los Rockets alcanzan 50 victorias y los Wizards se quedan en 41 (41-33): 19-24 desde el 1 de enero y una de las caras del regreso a la mediocridad del Este tras un prometedor inicio de temporada. Wittman ha perdido el control de un equipo que juega a ráfagas, que se hunde de repente y resurge sin más plan que el galope tendido. Que cogió diez rebotes menos, igualó al final las pérdidas (17-19), apenas anotó 4 triples (4/15) y repartió 17 asistencias… de las cuales 12 llevaron la firma de un John Wall que jugó un gran partido (25 puntos, 12 asistencias, 8 rebotes, 4 robos) pero llegó agotado al final después de un heroico tercer cuarto en el que anotó 14 puntos y ayudó a su equipo a resucitar: de un 55-69 en el minuto 32 a un 72-76 en el 38. Porter y su estilo físico y descorchado (y muchas veces también discordante) llegaban donde no lo hacían jugadores en un momento discreto: Pierce, Nene, Gortat...
Con el partido en ese 72-76, los Wizards volvieron a irse, atropellados por su propia y descontrolada inercia. En los Rockets fueron aportando todos, de Josh Smith en el primer cuarto a Brewer y Ariza en los siguientes, con Harden como conductor a pesar de un mal día en el tiro (7/20 para 24 puntos, 3/11 tras el descanso). Howard metió algunos tiros libres en el hack a Dwight (también hubo hack a Dorsey) y terminó con 10 puntos y 11 rebotes para un equipo que será temible si consigue tener a todos, y tenerlos sanos, cuando lleguen los playoffs. Sus miras allí serán muy altas, más que las de estos Wizards salvo que cambien mucho las cosas en Washington en las dos próximas semanas. El talento está ahí, la guía desde el banquillo no tanto…