PELICANS 93-ROCKETS 95
Vuelve Howard y los Rockets hunden más a los Pelicans
Tras 26 partidos de ausencia por una lesión de Rodilla, Howard volvió a ser titular y los Rockets sepultaron un poco más las ya escasas opciones de playoffs de los Pelicans.
26 partidos después y superada, por fin, su última lesión (de rodilla) volvió Dwight Howard, justo a tiempo para coger ritmo de cara a los playoffs. Si el pívot se mantiene sano y a buen nivel, los Rockets serán temibles, porque después de tantos partidos sin él y de la mano de Harden están 48-23, a menos de dos partidos del segundo puesto del Oeste, en posesión de unos Grizzlies que andan en tramo muy complicado del calendario. El último triunfo, en Nueva Orleans, tiene más efectos en la Conferencia: fue la cuarta derrota seguida para unos Pelicans que se despeñan en la lucha por el octavo puesto. Ya a cuatro partidos de unos Thunder cada vez más cerca de las eliminatorias porque los Suns tampoco carburan.
Confirmada la baja de Beverley, los Rockets tienen ahora un problema en el puesto de base, precisamente el más débil de su rotación. Si bien el playmaker efectivo es Harden (esta vez 25 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes), entró en el quinteto el veterano Jason Terry, que no anotó. Prigioni también tuvo muchos minutos como válvula de escape en la dirección. Howard jugó 16 y terminó con 4 puntos y 7 rebotes, poniendo brazos en la defensa del último rebote, un balón sucio del que no sacaron provecho los Pelicans para forzar la prórroga después de que Eric Gordon pusiera el 95-97 con un tiro libre y lanzara a fallar el segundo. Ariza (22 puntos) y Motiejunas (21) también brillaron para unos Rockets que siguen sin tener suerte con la enfermería: vuelve Howard pero sigue de baja Jones y cae Beverley.
Pero claro, pocos equipos pueden hablar más de problemas con las lesiones que los Pelicans, que vivieron de Anthony Davis (24 puntos, 14 rebotes, 3 tapones) y de un gran partido del renqueante Tyreke Evans (28 y 7 asistencias). Pero ni Gordon anotó en juego (0/5) ni aportó demasiado el banquillo. Aún así, llegaron vivos a la última posesión, sólo para encajar otro doloroso varapalo en una pelea por estar en playoffs que les está derrotando poco a poco.